El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El Universidad hace aguas
Ha vuelto a escapar por los pelos la UD Las Palmas de un nuevo supuesto de disolución concursal tras estirar los plazos y las posibilidades de arreglo hasta límites insostenibles. Un auto del juez Miguel Losada colocó a la entidad en una posición embarazosa por unos insignificantes 48.000 euros, una gota en el océano de los 72 millones que hasta ahora ha logrado salvar de la quema. Pero este nuevo capítulo de la agonía amarilla ha servido para conocer cómo le va al Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Club de Fútbol, el único equipo del mundo que apenas tiene abonados, afición, campo de fútbol de referencia, presidente verdadero ni la consideración popular mínima exigible. Y, para colmo, atraviesa una situación económica calamitosa que pone en peligro su continuidad y el buen nombre de la institución académica que no representa.
Ha vuelto a escapar por los pelos la UD Las Palmas de un nuevo supuesto de disolución concursal tras estirar los plazos y las posibilidades de arreglo hasta límites insostenibles. Un auto del juez Miguel Losada colocó a la entidad en una posición embarazosa por unos insignificantes 48.000 euros, una gota en el océano de los 72 millones que hasta ahora ha logrado salvar de la quema. Pero este nuevo capítulo de la agonía amarilla ha servido para conocer cómo le va al Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Club de Fútbol, el único equipo del mundo que apenas tiene abonados, afición, campo de fútbol de referencia, presidente verdadero ni la consideración popular mínima exigible. Y, para colmo, atraviesa una situación económica calamitosa que pone en peligro su continuidad y el buen nombre de la institución académica que no representa.