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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Aquel viaje a Kisa

Hemos tirado de hemeroteca, que nunca falla, y nos hemos encontrado con el inusitado interés de la actual mayoría municipal de Telde por resucitar aquella vieja idea que feneció con la Corporación que, allá por 2004, comandaba también el Partido Popular. El Ayuntamiento promete ahora una inversión de ocho millones de euros para hacer lo que llaman un parque tecnológico propio, a espaldas del que la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria quiere liderar a través del convenio con el Gobierno y con el Cabildo. Pero en el Cabildo manda el PP y de lo que se trata es de descolgarse de fundaciones donde el control se diluye entre varias instituciones y prestar todos los apoyos posibles a la gente del partido. Por eso, desde septiembre pasado, la vicepresidenta del Cabildo, Rosa Rodríguez, anda prometiendo millonarias inversiones, hasta un total de 50 millones, que no sabemos exactamente de dónde saldrán. Pero, qué fue de esa empresa deficitaria en la que en el pleno de este martes el Cabildo decidirá invertir. En la referida hemeroteca hemos encontrado una sutil referencia en febrero de 2006, en crónicas de este periódico contando cómo Luis Soria capitaneó en 2004 una expedición formada por autoridades del PP y de AFV-Ciuca a visitar un parque tecnológico en Suecia, concretamente en Kisa. Hasta allí llegaron, vieron y se marcharon, y nunca más se supo. Pero Luis Soria no regresó con los teldenses a Gran Canaria sino que aprovechó para darse un salto a la cercana Alemania, donde, por esas casualidades que marca el destino, se encontró al pie de un molino de Enercon con los empresarios Javier y José Ignacio Esquivel. Una casualidad que, puesta en relación con el concurso eólico, cuyas bases se publicaron exactamente seis días después, nos llevan a sospechar lo peor. Más que nada porque el concurso puntuaba de manera extraordinaria los molinos de las características de Enercon y la utilización de suelo público, como el que los hermanos Soria pretendieron dar a los hermanos Esquivel en el muelle de Arinaga. Así se va escribiendo y recordando convenientemente la historia de las grandes trapisondas de Canarias.

Hemos tirado de hemeroteca, que nunca falla, y nos hemos encontrado con el inusitado interés de la actual mayoría municipal de Telde por resucitar aquella vieja idea que feneció con la Corporación que, allá por 2004, comandaba también el Partido Popular. El Ayuntamiento promete ahora una inversión de ocho millones de euros para hacer lo que llaman un parque tecnológico propio, a espaldas del que la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria quiere liderar a través del convenio con el Gobierno y con el Cabildo. Pero en el Cabildo manda el PP y de lo que se trata es de descolgarse de fundaciones donde el control se diluye entre varias instituciones y prestar todos los apoyos posibles a la gente del partido. Por eso, desde septiembre pasado, la vicepresidenta del Cabildo, Rosa Rodríguez, anda prometiendo millonarias inversiones, hasta un total de 50 millones, que no sabemos exactamente de dónde saldrán. Pero, qué fue de esa empresa deficitaria en la que en el pleno de este martes el Cabildo decidirá invertir. En la referida hemeroteca hemos encontrado una sutil referencia en febrero de 2006, en crónicas de este periódico contando cómo Luis Soria capitaneó en 2004 una expedición formada por autoridades del PP y de AFV-Ciuca a visitar un parque tecnológico en Suecia, concretamente en Kisa. Hasta allí llegaron, vieron y se marcharon, y nunca más se supo. Pero Luis Soria no regresó con los teldenses a Gran Canaria sino que aprovechó para darse un salto a la cercana Alemania, donde, por esas casualidades que marca el destino, se encontró al pie de un molino de Enercon con los empresarios Javier y José Ignacio Esquivel. Una casualidad que, puesta en relación con el concurso eólico, cuyas bases se publicaron exactamente seis días después, nos llevan a sospechar lo peor. Más que nada porque el concurso puntuaba de manera extraordinaria los molinos de las características de Enercon y la utilización de suelo público, como el que los hermanos Soria pretendieron dar a los hermanos Esquivel en el muelle de Arinaga. Así se va escribiendo y recordando convenientemente la historia de las grandes trapisondas de Canarias.