La familia Del Castillo mueve ficha por fin para sacar sus camellos de la Reserva Natural de Las Dunas de Maspalomas. El Condado de La Vega grande había agotado ya todos sus recursos legales, apelando sin éxito al Supremo con el fin de invalidar el Plan de la Reserva y mantener sus caballerizas en su situación actual, poniendo en riesgo el patrimonio ecológico que sostiene su negocio y gran parte de la industria turística de Gran Canaria. Ahora, durante estos meses de parón turístico debido a la pandemia, parece haber recobrado fuerza el proyecto para regularizar y modernizar las instalaciones de sus safaris para turistas por las Dunas de Maspalomas.
La Demarcación de Costas de Canarias ha sacado a exposición pública el proyecto para trasladar las caballerizas de los dromedarios al extremo sur de la avenida Touroperador Neckerman, en una zona del dominio público marítimo terrestre fuera del área de uso restringido de la Reserva. El proyecto incluye dos carpas desmontables, una zona de descanso para los dromedarios sobre una plataforma impermeable, un abrevadero, una baño y un almacén. Se ha abierto el plazo para presentar alegaciones al proyecto durante veinte días hábiles a partir del 2 de septiembre.
Aunque los recorridos de los dromedarios por las Dunas ya estaban regulados para minimizar su impacto, los excrementos de los dromedarios en su actual emplazamiento, cerca de la Charca de Maspalomas y sin impermeabilización, podían afectar al delicado entorno de la marisma. Además, al estar dentro de la zona de exclusión, el acceso a las caballerizas facilita la entrada descontrolada de visitantes a las zonas más delicadas de las Dunas.
La familia Del Castillo es la antigua tenedora del 7% del territorio de Gran Canaria, extensos arenales en el sur de la isla que a mediados del siglo XX cobraron gran valor económico gracias al acelerado desarrollo turístico. Fue el anterior Conde de la Vega Grande el promotor del concurso de ideas para el destino turístico Maspalomas Costa Canaria y, aunque la familia se deshizo de gran parte de sus terrenos a favor de otros empresarios, mantuvo a golpe de pleito la explotación de los espacios naturales que solían ser de su propiedad, incluyendo los servicios de hamacas, los chiringuitos y los denominados safaris por las dunas.
En declaraciones a este periódico, el director general de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, Manolo Amador, ha definido el nuevo proyecto de las caballerizas como “un primer paso interesante” y asegura que desde la corporación insular continúan trabajando para mejorar la delimitación y la señalización de los senderos en la Reserva. “La gente normalmente es respetuosa cuando se les informa de las normas”, dice, pero entiende que haya algunos despistados porque “llevamos muchos años en un limbo”.
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