Canarias marcha a contrarreloj para ajustarse a la regulación de emisiones de vehículos que Europa fija para 2020. El porcentaje de coches eléctricos de las principales instituciones del Archipiélago apenas supera el 1%. Hasta el momento, el Ejecutivo regional no cuenta con ningún turismo totalmente sostenible en su flota, aunque de los 550 que la conforman, 15 son híbridos. Por ello, el Gobierno canario prevé adquirir en régimen de renting 40 vehículos “100% limpios” en 2020.
El dato es similar al de las dos islas capitalinas. En Gran Canaria, el Cabildo cuenta con cuatro vehículos eléctricos (1,1%) y cinco híbridos, de los 360 que dispone sin contar los que forman parte del sector público insular, es decir, aquellas empresas, fundaciones y entidades que dependen de la corporación. En Tenerife, la cifra es aún menor. Solo tres (0,56%) de 530 son eléctricos puros, cinco híbridos enchufables y uno híbrido estándar. “Hay que tener en cuenta que los todoterrenos, los vehículos de las Brigadas Forestales, de conservación de carreteras y maquinaria deben alimentarse de combustibles fósiles”, apuntan desde la institución.
En un contexto de ciudades cada vez más masificadas y de un volumen de tráfico cada vez más elevado, la inclusión de vehículos eléctricos en los Ayuntamientos de las dos principales urbes del Archipiélago se vuelve casi una obligación. Las Palmas de Gran Canaria cuenta con 585 vehículos entre guaguas municipales, vehículos de policía, bomberos, protección, renting y empresas públicas dependientes como Sagulpa. Hasta el momento, ocho de ellos son 100% ecológicos (un coche de la Concejalía de Movilidad y una moto, cuatro furgones y tres turismos de Sagulpa, cuya flota es totalmente sostenible).
La corporación apunta que tiene la intención de ir aumentando el número de coches sostenibles y para ello en enero recibirá tres híbridos para servicio de personal de la Concejalía del distrito Isleta-Puerto-Guanarteme y para Alcaldía. En el área de Guaguas Municipales, llegarán en 2020 14 híbridos y uno eléctrico. “Estamos elaborando además un plan de movilidad interno con el objeto de fomentar el uso del desplazamiento sostenible entre los trabajadores a través de la utilización de la bicicleta y de guaguas”, afirma el Ayuntamiento.
A pesar de que este periódico ha intentado contar con los datos de Santa Cruz de Tenerife, no ha sido posible. Aún así, la corporación sí ha asegurado que “ha renovado por completo el servicio de limpieza y la nueva empresa adjudicataria contará con 97 vehículos de los cuales el 39% son eléctricos de emisión cero, el 39% de gas comprimido y el 2% híbrido”.
Más de 40 años huyendo del petróleo
La intención de fabricar coches ecológicos se remonta a 1973, con la crisis del petróleo, de acuerdo con un informe publicado por la DGT sobre el impacto medioambiental del tráfico. Sin embargo, este propósito se ha quedado en meras aspiraciones. El mismo documento añade que, si el ritmo de consumo de este recurso sigue igual, en cuarenta años se habrán agotado las principales reservas de petróleo de Oriente Medio y África.
Más allá del carácter finito de este recurso, los gases tóxicos que emiten y el ruido que producen los coches alimentados por combustibles fósiles son dos de las grandes fuentes de contaminación de las ciudades. Insomnio, dificultades de respiración, vértigos, dolores de cabeza, e incluso la muerte son algunas de las consecuencias que la polución atmosférica provoca en la salud, de acuerdo con la DGT. La alternativa que propone el organismo: los vehículos eléctricos.
La Unión Europea ha sido la encargada de tomar los mandos de este fenómeno, ya que el 30% de las emisiones de CO2 de la comunidad lo genera el transporte y, de esta cifra, un 72% corresponde al de carretera. Así, ha determinado que a partir del 1 de enero de 2020 serán sancionados los nuevos turismos cuyas emisiones sean superiores a 95 gramos de dióxido de carbono por kilómetro. De esta forma, los países de la zona euro emprenden el camino hacia la reducción en 2050 del 60% de las emisiones respecto a 1990.
El portavoz de la Asociación de Usuarios Vehículos Eléctricos en Canarias, Germán Miller, insiste en que en Canarias “está más justificado y es más que necesario el coche eléctrico”, ya que la corta distancia de los trayectos en las islas, entre 50 y 100 kilómetros al día, permiten solo recargar los fines de semana, al tener los vehículos una autonomía entre 200 y 500 km. Desde su punto de vista, a pesar de que la compra de este tipo de turismos sea más cara, “se amortiza muy pronto”. “Yo he aumentado entre 10 y 20 euros de gasto de luz, pero antes pagaba al mes entre 80 y 90 euros de gasolina”.
Además, añade que lo idóneo es recargarlo a través de placas solares y confía en que la nueva norma europea empuje a los fabricantes a implantar precios más competitivos y asequibles. Miller valora de forma positiva la red de puntos de recarga de Gran Canaria, ya que están distribuidos por casi todos los municipios como en el resto de islas, pero reivindica que en el caso de La Gomera aún queda mucho por hacer.