El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) ha desmentido los datos vertidos en un vídeo que circula por redes sociales y que ha conseguido miles de visualizaciones afirmando que el Teide es uno de los volcanes más peligrosos del mundo y que entrará en erupción en los próximos 25 años, según “expertos”. Involcan no solo ha negado esos datos, sino que ha aportado otros con la finalidad de aclarar las afirmaciones que se hacen en la pieza audiovisual.
Comienza el vídeo afirmando que el Teide “no está dormido”, sino que está lleno de actividad. Involcan señala que solo puede considerarse un volcán o una zona como activa “si ha sido escenario de al menos una erupción durante los últimos 10.000 años” y añade que el sistema volcánico central de Tenerife (Teide-Pico Viejo) ha sido escenario de unas 16 erupciones durante los últimos 11.700 años. Sin embargo, matiza que expresar que un volcán esté dormido o no esté dormido “no son términos que conceptualmente hayan sido adoptados y acordados por la comunidad científica internacional; por lo tanto, se trata meramente de expresiones literarias que no cuentan con criterio científico alguno”.
En segundo lugar, Involcan subraya que es “absolutamente normal y esperable” que un volcán activo o una zona volcánicamente activa tenga “mucha más actividad” que un volcán que no pueda ser catalogado como activo. Es “igualmente normal”, añade, que la actividad de un volcán activo llegue a experimentar cambios de actividad a lo largo de su historia volcanológica como consecuencia de haber sido escenario de fases inter-eruptivas, pre-eruptivas, syn-eruptivas y post-eruptivas, con lo que las variaciones en la actividad no suponen algo insólito.
En el vídeo se asegura que “según expertos” se estima que en la isla habrá una erupción dentro de los próximos 25 años. Involcan aclara que la probabilidad de una erupción en la isla de Tenerife, para una ventana temporal de 25 años, es del 22,12%, mientras que la probabilidad de una erupción en el sistema volcánico central Teide-Pico Viejo, para esa misma ventana temporal de 25 años, es mucho menor, del 3,36%. Estas probabilidades podrían incrementarse si se entrara en una clara fase pre-eruptiva, añade.
Sin embargo, Involcan resalta la diferencia conceptual entre “certeza y probabilidad”: la certeza es una afirmación definitiva, mientras que la probabilidad refleja una estimación sobre la ocurrencia de un evento. “Los científicos siempre hablamos en términos de probabilidad en lugar de certeza porque el conocimiento científico está siempre sujeto a revisión, está basado en datos incompletos y está influenciado por factores de incertidumbre que no se pueden eliminar por completo”. Este enfoque probabilístico, abunda, es una característica fundamental del pensamiento científico, que permite avanzar en el conocimiento de manera flexible y abierta a nuevos descubrimientos. Y cita como ejemplo para entender mejor cuando se habla de probabilidades cuando en el año 1900 (diez años antes de la última erupción ocurrida en Tenerife) se pudiera haber expresado que la probabilidad de ocurrir una erupción en Tenerife para una ventana temporal de 10 años (1901-1910) sería del 10,52%, y “a pesar de tratarse de una probabilidad relativamente baja, ocurrió la erupción del Chinyero en 1909”.
Por otro lado, Involcan afirma que el mapa que muestra este vídeo “no es un mapa que refleje el riesgo volcánico como así describe el mismo”, sino que se trata de “un mapa de Tenerife en el cual se muestra una zonificación de la isla en función de la peligrosidad volcánica, que ha adoptado el Plan de Actuación Insular frente al Riesgo Volcánico (PAIV), y que ha sido elaborado por el Cabildo Insular de Tenerife para dar cumplimiento a lo establecido en el Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico en la Comunidad Autónoma de Canarias (PEVOLCA)”. La zonificación de Tenerife en este mapa, incide, “se encuentra identificada por colores (verde, amarillo, naranja y rojo) como si de un puzzle se tratara, y las zonas coloreadas en rojo representan las áreas que tienen una mayor probabilidad de amenaza volcánica. Estas zonas coloreadas en rojo no se encuentran relacionadas con un posible escenario de erupción del Teide”. Es decir, que haya un mayor riesgo se mide en función de otras cuestiones, como el grado de urbanización de un lugar, no de que la erupción vaya a ocurrir ahí.
Otra de las afirmaciones que hace el vídeo es que el Teide es uno de los 16 volcanes más peligrosos del mundo. Involcan subraya que el Teide está considerado uno de los Volcanes de la Década (Decade Volcanoes) por una investigación de Naciones Unidas, “pero ello no es lo mismo que decir que sea uno de los 16 volcanes más peligrosos del mundo. Esto último es falso”, sentencia.
Por último, Involcan recuerda que trabajar por una mayor cultura y educación sobre el fenómeno volcánico “es fundamental para contribuir al fortalecimiento de la cultura de la prevención ante el riesgo volcánico”, pero, añade, “ello pasa primero por trasladar a la ciudadanía una información lo más correcta y rigurosa posible. Este video no alcanza estos requisitos”, afirma: “Informar correctamente y con rigor no es alarmar, pero desinformar sí es alarmar”.
Actividad sísmica en el Teide
Vídeos como el comentado y desmentido por Involcan se suelen popularizar en redes sociales después de que se detecten terremotos en Canarias. Este mes de noviembre tuvo lugar un episodio de “actividad microsísmica anómala” en Las Cañadas, con al menos 500 terremotos detectados en la misma zona en la que en los últimos años se han registrado enjambres sísmicos. Así lo definió el Instituto Geográfico Nacional (IGN), que recordó que eventos similares ocurrieron también en octubre de 2016, en junio de 2019, y en junio y julio de 2022. El IGN señaló que estaba realizando un seguimiento de la actividad.
Plan de emergencias ante una posible erupción
Desde julio de 2018, Canarias cuenta con un Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por riesgo volcánico en la Comunidad Autónoma de Canarias (PEVOLCA). Este tiene por objeto garantizar una respuesta coordinada, ágil, eficaz y eficiente de todas las administraciones públicas para hacer frente a crisis sismovolcánicas, que pueden dar lugar a erupciones tanto subaéreas como submarinas, y a las emergencias derivadas de las mismas y que se originen en el territorio de la Comunidad Autónoma de Canarias, así como velar por el cumplimiento de las medidas de prevención contempladas en la normativa vigente.
Este Plan modifica el anterior, de 2010, e incorpora las actualizaciones normativas y la experiencia adquirida durante otras crisis, como la del volcán submarino de El Hierro.
Dentro del ámbito territorial autonómico, el PEVOLCA establece la organización y los procedimientos de actuación de los recursos y servicios cuya titularidad corresponde a las administraciones públicas canarias, así como aquellos que puedan ser asignados por la administración general del Estado o por otras entidades públicas o privadas, con el objeto de hacer frente a emergencias sismo-volcánicas. Asimismo, en el PEVOLCA se integran los Planes de Actuación de ámbito local (municipales e insulares) en emergencias por riesgo volcánico.
En la estructura organizativa del PEVOLCA se diferencian órganos que agrupan a todos los participantes contemplados en el Plan, dependiendo del carácter de las acciones que llevan a cabo, es decir, si estas se identifican con labores de dirección, de estudio y asesoramiento, de coordinación operativa, o bien de intervención directa.
La activación y desactivación del Plan la declara el director/a del PEVOLCA, con el fin de adoptar las medidas de prevención necesarias para evitar situaciones de riesgo y proteger la vida de las personas.
Forman parte del Comité Científico los representantes de los siguientes organismos/instituciones: Instituto Geográfico Nacional (IGN), el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Agencia Española de Meteorología (AEMET), la Universidad de La Laguna, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, el Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN), el Instituto Geológico y Minero (IGME), y el Instituto Español de Oceanografía (IEO).