La isla de Gran Canaria ha sido seleccionada por la Comisión Europea como uno de los 118 territorios que integrarán la misión de la UE para la adaptación al cambio climático, que trabajará con un presupuesto de 370 millones de euros hasta 2023 y definirá en diciembre la labor de cada miembro.
Así lo ha anunciado este lunes el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, y el coordinador técnico de Desarrollo Económico y Soberanía Energética, Raúl García Brink, quienes han estimado que esto supone un reconocimiento a las estrategias de resiliencia respecto al cambio climático que ya ha definido y sobre las que trabaja la corporación insular.
Además, han resaltado que la inclusión de Gran Canaria, único representante archipielágico español, junto a Baleares, en esta misión, supone una oportunidad para perfeccionar las políticas insulares frente al cambio climático con el asesoramiento especializado que facilitará la UE y de compartirlas con otros territorios, de los que también habrá mucho que aprender.
A juicio de Morales, proyectos como Alertagran, para prevenir los incendios forestales, o Aquagran, relacionado con la gestión eficiente de los recursos hídricos, son algunas de las bazas que ha tenido Gran Canaria a la hora de ser elegida como miembro de esta misión europea.
Otras han sido, ha dicho, sus ayudas a la implantación en azoteas de paneles fotovoltaicos, una fuente energética cuya penetración ha crecido un 77% en el último año, o iniciativas como el Salto de Chira, que va a suministrar entre el 50 y el 70% de las energías limpias del archipiélago y a facilitar 700.000 metros cúbicos de agua para la agricultura en medianías y cumbres de esta isla, además de pactos como el de los alcaldes, por el que sus 21 municipios se han comprometido a reducir un 55% las emisiones de CO2 de aquí a 2030.
El gran objetivo de esta misión europea es desarrollar estrategias que contribuyan a minimizar o mitigar las afecciones del cambio climático, de ahí que una de las cuestiones que Gran Canaria vaya a plantear en Bruselas en diciembre, cuando se determinarán los programas y las ayudas con los que trabajará cada socio, es su preocupación por la subida del nivel del mar, habida cuenta de los estudios existentes que indican las zonas de esta isla que se verán seriamente afectadas por este fenómeno, ha avanzado García Brink.
La Misión Adaptación tiene como objetivo acelerar la transformación de 118 territorios de la UE para convertirse en resilientes al clima y recibirá 370 millones de euros de financiación de Horizon Europe para el período 2021-23. Las acciones de investigación e innovación abordarán la reconstrucción de áreas afectadas por fenómenos meteorológicos extremos, la agricultura vertical o la creación de una ciudad “perfectamente adaptada” lista para resistir una tormenta o una ola de calor. También existe la posibilidad de crear iniciativas conjuntas con otras misiones y programas de la UE.
También brinda oportunidades de creación de redes, intercambio de mejores prácticas entre regiones y autoridades locales, y apoyo para involucrar a los ciudadanos. “Se trata de movilizar toda nuestra inteligencia colectiva para buscar soluciones frente al mayor desafío de la humanidad”, subrayó García Brink.
En este sentido, Morales celebró la “visión proactiva y emprendedora de lo público” que se encuentra detrás de las Misiones de la UE lanzadas en 2021. Se han establecido objetivos ambiciosos que se impulsan por cada una de las cinco Misiones para aportar soluciones concretas a algunos de los mayores desafíos a los que se enfrenta el mundo -el cáncer, el agua, el suelo, el clima y la adaptación al cambio climático- que apoyarán la transformación de Europa en un continente más ecológico, saludable, inclusivo y resiliente.
“Ahí las autoridades locales representan la gobernanza, la política y la inversión a un nivel lo suficientemente grande como para abordar problemas sistémicos, pero lo suficientemente local como para comprender y satisfacer las necesidades específicas de la comunidad”, concluyó Morales.