El coordinador territorial en Canarias de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, Juan Carlos Lorenzo, ha dicho este lunes que no es aceptable un pacto migratorio europeo que “precarice” los derechos de las personas.
Durante las Jornadas Conecta Canarias-Europa sobre migración y asilo que celebra el Parlamento canario, Lorenzo también ha augurado que los procedimientos acelerados para conceder asilo “pueden suponer una merma de derechos” para quienes no procedan de una zona en claro conflicto.
También, ha dicho asimismo que esos procedimientos podría traer consigo la creación de espacios “para retener y retornar personas” y ha aseverado que no es posible hablar de “retorno digno”.
“¿Qué es eso?”, se ha preguntado Lorenzo, que ha agregado que cuando una persona llega a Europa buscando un horizonte vital mejor, retornar a su país es un fracaso que les deja “completamente derrotadas” y algo de lo que no levantarán cabeza.
Asimismo, ha llamado a no mercantilizar los derechos de las personas pobres “pagando a terceros países que no respetan los derechos humanos para externalizar las fronteras europeas”, y ha lamentado la “práctica ausencia” de vías legales y seguras.
El coordinador territorial de CEAR también se ha mostrado crítico con los protocolos con menores extranjeros no acompañados, que “no funcionan” porque, entre otros motivos, hay una “intervención mínima” en su proyecto educativo y de integración social.
“Para Canarias, asumir la tutela de 2.600 niños es inviable. Es imposible hacer un trabajo medianamente interesante con ese volumen, lo que nos lleva a desaprovechar el talento y capacidad de estos jóvenes, y se traduce en una política pública nefasta”, ha reflexionado.
La ruta migratoria vigente en Canarias tiene un nivel de dramatismo “dolorosamente inaceptable al que no deberíamos acostumbrarnos”. Lorenzo ha lamentado asimismo que Canarias se convirtiese en 2020 en el escenario de las políticas de contención migratoria de la Unión Europea, como antes había sido Lesbos.
“Hemos sido un banco de pruebas para contener a las personas que llegaban para ver qué pasaba. Este contexto hizo que se generara una crisis humanitaria e institucional brutal porque no había un sistema de atención y acogida preparado, institucionalmente en un contexto de improvisación e impunidad completa respecto a la vulneración de derechos de las personas, como ocurrió en Arguineguín”, ha relatado.
Todo lo vivido en 2020, ha abundado, no se puede explicar solo con la pandemia, y ha dicho que aquello trajo un proceso de deshumanización y estigmatización que derivó en la proliferación de mensajes racistas y xenófobos.
El representante de CEAR ha hablado además de que los procesos de inclusión de un migrante no deben basarse únicamente en que encuentre un trabajo, sino que esas personas deben integrarse y participar en la comunidad.
También ha apuntado que el problema demográfico que experimenta Canarias no está en ningún caso relacionada con las personas que llegan por costa, “que son personas que siguen su tránsito y su proyecto migratorio”.