El periodista especializado en el Sahel Pepe Naranjo ha llamado este lunes a dejar de condenar al continente africano a un “papel abastecedor” de Occidente y ha señalado que Europa debería buscar soluciones “en profundidad y en origen”.
Durante las Jornadas Conecta Canarias-Europa sobre migración y asilo que se celebran en el Parlamento de Canarias, Naranjo ha disertado sobre la estabilidad en Níger y los países del Sahel, donde “no hay capacidad de dar vivienda, empleo digno, sanidad o educación” a una población “abandonada a su suerte” que se enfrenta a cuestiones como el yihadismo.
Sobre la violencia yihadista, Naranjo ha apuntado que se trata de un desafío que afecta de manera “muy intensa” al Sahel, que está en extensión, y que penetra “bajo la superficie” en muchos lugares de África.
“Es un desafío para la convivencia y enlaza con la pobreza extrema y ese abandono de amplias zonas de esos países por parte de sus propios estados”, ha abundado el periodista, que ha apuntado que es imposible dejar de sorprenderse por los niveles de pobreza y malnutrición infantil. Así, ha llamado a no ver esos países “desde el turismo o los negocios”, sino ir al fondo.
Naranjo también ha hablado de una nueva generación de jóvenes africanos que se han “atrevido” a replantearse su relación con el mundo y con la antigua metrópolis, lo que acentúa, a su juicio, la crisis entre Occidente con muchos de esos países africanos.
“Hay toda una generación de jóvenes que han llegado a la conclusión de que, 60 años después de la descolonización, sigue la pobreza. Eso explica que en algunas zonas se transite hacia otros modelos. Y el yihadismo emerge como una suerte de alternativa que da otro tipo de sanidad, educación y respuestas a la población”, ha lamentado Naranjo.
A esa pobreza estructural y la imposibilidad para mucha gente joven de cumplir sus sueños, es natural, ha agregado, que tengan la expectativa de tener éxito y una vida diferente a las de sus padres y sus abuelos, ha dicho.
Ha llamado también a reflexionar sobre los modelos económicos muy anticuados “basados en empresas extranjeras que siguen controlando recursos naturales”, como ocurre con el uranio en Níger. “A cambio de ese uranio, de oro, o en otros países a cambio de madera, de coltán, etcétera, lo que aporta occidente son migajas”, ha profundizado. Naranjo también ha criticado que en los últimos 25 años se haya tratado de implementar medidas enfocadas a frenar la inmigración irregular.
“Hemos externalizado las fronteras con acuerdos con países de tránsito, repatriaciones que generan violencia. Hay que cambiar la perspectiva porque el hecho migratorio es algo natural”, ha concluido Naranjo, que también ha valorado el trabajo de Salvamento.
Pero el modelo, ha dicho, es el equivocado, y ha pedido “políticos valientes” que pongan sobre la mesa vías seguras para disuadir a la gente para que no se suba en un cayuco, además de un cambio en las políticas de visado.