MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
Su lema era 'ningún impedimento me detendrá' y en base a esta premisa, Leonardo da Vinci pasó toda su vida intentado resolver enigmas. La Biblioteca Nacional de España expone ahora las múltiples pruebas de su maestría e ingenio en base a los Códices Madrid I y II del artista, que la institución concibe como auténticas joyas de la corona.
Bajo el título, 'El imaginario de Leonardo. Códices Madrid de la Biblioteca Nacional de España' la Biblioteca Nacional expone más de 600 páginas procedentes de la etapa más madura de Leonardo y en donde se perfila toda una amalgama de ideas y propuestas adelantadas a su tiempo.
“Fue un inconformista y sus propuestas fueron tan modernas que sólo triunfaron muchos años más tarde”, explica Elisa Ruiz García, comisaria de esta exposición, enmarcada en las celebraciones del tricentenario de la institución y abierta hasta el próximo 29 de julio.
Los Códices Madrid I y II, que alberga la BNE son, según su directora , Gloria Pérez-Salmeron, “dos tesoros” que muchas instituciones y bibliotecas de medio mundo anhelarían tener y con un valor “incalculable”, fuera de cualquier subasta o venta, explica.
El número I es un tratado de mecánica y estática, y el II, de fortificación, estática y geometría. Según Elisa Ruiz García, en las páginas de estos códices se aprecian “toda una amalgama de ideas fértiles concebidas en forma de imágenes” y “que nos permite conocer el imaginario de Leonardo”.
LAS OCURRENCIAS DE SU MENTE
“No hay un propósito de elaborar un tratamiento sistemático de temas, sino un deseo de plasmar cuantas ocurrencias, en el sentido etimológico del término, acudían a su mente”. La posibilidad de conocer el flujo de un pensamiento salvaje y genial en versión autógrafa es una ocasión única en la historia de la cultura occidental“, explica Elisa Ruiz.
En este sentido, subraya que en los códices, Leonardo pude explicar tanto los libros que atesora en su biblioteca, explicar la ley de la gravedad, citar la ropa que lleva o llorar su pena tras por un amor no correspondido. “Es un retrato final del pensamiento de Leonardo”, destaca.
No obstante, precisa que todos estos documentos representan un 10 por ciento del total de los escritos por Da Vinci existentes en el mundo y resalta que más de un 70% de su producción del artista se ha perdido.
La exposición se divide en cuatro espacios. En el primero se sitúa a Leonardo en su contexto histórico mostrando los cambios a los que se enfrentaba la sociedad y los documentos de uno de esos artífices, Francesco Petrarca. La segunda parte tiene como protagonista al Códice Madrid I, encuadernado y dentro de una vitrina.
UN GRAN PERFECCIONISTA
A continuación, el visitante puede ir recorriendo distantes partes de el Códice Madrid II, que al no estar encuadernado se exhibe desplegado en diferentes vitrinas. Y muestra los apuntes de Leonardo sobre arquitectura e ingeniería, su descubrimiento de la cuadratura del círculo, cómo creo la maquinaria de un reloj, cómo estudió la concepción geométrica del universo o el movimiento de las olas.
“Leonardo en un gran perfeccionista y sufría el síndrome de la obra inacabada. Por esos muchas de sus obras, sobre todo pinturas no las ultimó, y en sus escritos hay una revisión continua”, explica Elisa Ruiz y subraya que para el autor de la Gioconda, la pintura era la disciplina menos valorada.
“Para él eran más importantes sus aportaciones científicas o como ingeniero”, resalta la comisaria y recuerda que Leonardo Da Vinci nunca fue a la universidad y todo lo que aprendió nació de propias reflexiones y lecturas.