Un grupo de monjes tibetanos actuará este jueves en Santa Cruz de Tenerife con el objetivo de recaudar fondos para la reconstrucción de un monasterio en Sera Jhe (La India), informó este miércoles el Ayuntamiento de la capital tinerfeña.
La actuación, que tendrá lugar a las 19.00 horas en la plaza del Príncipe, marcará el inicio de la gira que la agrupación desarrollará en Canarias, donde recorrerán las islas de Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria, y desde donde partirán a otras regiones de Europa.
El espectáculo, que tiene por título El camino por la paz incluirá cantos, música y bailes de la tradición budista tibetana, entre las que destacan la danza del león de las nieves, símbolo del tíbet, la danza del yak, y la danza de los nómadas, de carácter costumbrista.
“Esta actuación tiene como objetivo dar a conocer su cultura y su filosofía de vida y transmitirnos un mensaje de paz y de solidaridad”, señaló la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz, Ángela Mena, quien manifestó su apoyo a estos monjes “ante la persecución a la que están sometidos”.
Durante el acto, once monjes recitarán mantras, rituales que aluden a la paz, amor y felicidad, modulando la voz y creando sus característicos sonidos guturales.
Se representarán también fragmentos de música instrumental con tambores, campanas, guitarras y trompetas.
“Es un espectáculo muy variado y lleno de color” que representa a una cultura con más de 2.500 años de antigüedad, señala Simona Panceri, coordinadora de la gira en las Islas.
Antes de la actuación, que tendrá una duración aproximada de 90 minutos, los asistentes podrán disfrutar de una muestra de artesanía tibetana, en la que se pondrán a la venta productos elaborados de manera artesanal por los monjes y una degustación de comida asiática.
Los fondos obtenidos de la venta de estos productos se destinarán a mejoras en el monasterio de Sera, en Lhasa (Tíbet), donde habitan millares de maestros tibetanos dedicados a la difusión de las creencias budistas.
Este centro religioso fue construido en el siglo XV, y tras la invasión china en los años cincuenta recibió la llegada de multitud de religiosos que se refugiaban en India.
Como explica Panceri, los instrumentos utilizados en las actuaciones son bendecidos por medio de la meditación, antes de presentarlos al público.
Durante este acto, los monjes entonan cantos rituales “para bendecir el ambiente y a los espectadores”, indica Panceri.