Según un oscuro genealogista cordobés, a finales del siglo XV el conquistador de Gran Canaria, Pedro de Vera, capturó a dos reyes indígenas y los presentó ante los monarcas de Castilla, Isabel y Fernando, un dato relativo a la conquista de la Isla de sumo interés y que no consta en ninguna otra fuente.
El investigador Antonio M. López, promotor de Proyecto Tarha para investigar y divulgar internacionalmente la historia antigua de Canarias a través del estudio de las fuentes documentales, explica a EFE que el único manuscrito conocido en el que se refiere explícitamente la captura de los dos reyes indígenas se encuentra depositado en la Biblioteca Nacional de España.
El manuscrito al que alude es una copia efectuada en la década de 1630 y su digitalización ya está disponible para su libre descarga a través de la Biblioteca Digital Hispánica.
Cuando el investigador preparaba su ensayo Los pactos indígenas de Gran Canaria y Tenerife encargó a la Biblioteca Nacional de España una copia digital de un nobiliario redactado a mediados del siglo XVI, que es la única obra conocida del genealogista cordobés Juan de Carasa Zapico.
Este documento rara vez ha sido tomado como referencia en las investigaciones historiográficas sobre Canarias y, sin embargo, en esta obra, conocida al menos desde finales del siglo XIX por el erudito Marcos Jiménez de la Espada, figura un dato relativo a la conquista de Gran Canaria “de sumo interés y que no consta en ninguna otra fuente”, precisa López.
En el texto se alude a que Pedro de Vera, llamado El Izquierdo, “gobernador y conquistador de la Gran Canaria” por mandato de los Reyes Católicos “prendió dos reyes canarios” y los presentó a los monarcas Isabel y Fernando.
La mención a la captura de dos reyes canarios es el único testimonio documental al respecto, porque las restantes fuentes conocidas sólo mencionan explícitamente la rendición o entrega voluntaria del que sería bautizado como Fernando Guanarteme.
Anterior a este suceso, las crónicas primitivas y Abreu Galindo atestiguan la muerte por enfermedad de los guanartemes de Telde y Gáldar, en fechas imprecisas aunque próximas entre sí y cercanas al inicio de la conquista realenga de Gran Canaria.
En el caso del fallecimiento del líder de Gáldar, el llamado por los europeos Guanarteme el Bueno, se dice que durante su agonía, puesto que su única hija legítima era menor de edad, encomendó ser reemplazado en las funciones del cargo “a un sobrino que podemos identificar casi inequívocamente con Fernando Guanarteme”.
Desafortunadamente, persiste como incógnita la identidad del segundo guanarteme, presuntamente el de Telde, puntualiza Antonio M. López, quien relata que en 1482, según unas interesantes cuentas de gastos transcritas y publicadas en 1966 por el profesor Miguel Ángel Ladero Quesada, fue entregada una anónima reina de Canaria al alcaide de los Alcázares de Córdoba, Juan de Frías, homónimo del obispo que participó en la conquista realenga de Gran Canaria.
En la cuenta de gastos efectuada por este alcaide se habla de los maravedíes empleados por mandato real para el mantenimiento de la soberana indígena y de su hija recién nacida.
También hay documentación que fecha la devolución de la Reina canaria a su marido, presuntamente Fernando de Guanarteme, en Córdoba el 15 de agosto de 1483.
A la vista de esta información, cabe objetar que los dos reyes canarios a quienes alude el manuscrito podrían haber sido un hombre y una mujer, “pero lo más probable es que fuesen dos hombres”, señala López.
Por ahora la única respuesta posible es meramente probabilística aunque no sin cierto fundamento documental, pues se sabe que un guanarteme anónimo rindió obediencia a los Reyes Católicos en Calatayud en 1481, fecha probablemente anterior a la captura de Fernando Guanarteme, tal y como han defendido los profesores Antonio Rumeu de Armas y Manuel Lobo Cabrera.