“Es una época maravillosa para los Tartufos. Moliere describió de manera magistral a estos personajes de doble moral que pululaban por la corte francesa en el siglo XVII, pero la verdad es que se quedó corto con lo que pasaría en nuestros días. Hoy, los Tartufos campan a sus anchas”, comento este jueves el actor Ramón Fontseré durante la presentación del montaje La Cena en el Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria.
“Estamos ante una sátira política sobre esos personajes que aprovechan la preocupación de la ciudadanía por aspectos de vital importancia como la protección medioambiental o el cambio climático. La sátira es la manera más civilizada de criticar el sistema establecido y mostrar nuestro desacuerdo sobre este estado social de doble moral donde conviven el buen rollo y los sentimientos más egoístas”, dijo.
Para Fontseré, la aparición de mesías medioambientales es un buen ejemplo de este falso sistema de valores que se destripa en La Cena. Albert Boadella ha creado otra comedia genial que tiene como telón de fondo el ágape organizado por España con motivo de la celebración de una cumbre de jefes de estado para debatir el futuro medioambiental del planeta. Esta sátira desgarradora estará en el cartel del Teatro Cuyas los días 22, 23 y 24 de mayo. Las entradas ya están a la venta en el teatro Cuyás, en la página web del recinto escénico capitalino y en el teléfono 902.405.504.
Gonzalo Ubani advierte que perderse un espectáculo de Els joglars es dejar pasar “una oportunidad única de disfrutar de una de las mejores compañías de España”. “La mayoría de las obras que monta la compañía privada más antigua de Europa son creaciones totalmente inolvidables y esta no lo es menos. Se trata de una sátira antipatrañas que no deja a nadie indiferente. Es una producción teatral altamente recomendable”, comentó Ubani.
Fontseré destacó que uno de los secretos que explican el éxito de Els Joglars es su “total libertad a la hora de trabajar los textos”. “La Cena es un buen ejemplo de ello. Todas las opciones reciben su parte de crítica; no nos casamos con nadie”, señaló. En esta ocasión, los destinatarios de los “dardos envenenados” son “esos dioses laicos que parece que necesitamos una vez hemos dejado de creer en las religiones. Al final no son más que pillos que viven a costa de la buena voluntad de la ciudadanía”.
La Cena es “un cuento” por su estructura narrativa y su discurso. Para agasajar a los asistentes a la cumbre, el Gobierno de España contrata los servicios de uno de los gurús de la cocina nacional; un personaje que, además, es una especie de mesías de la causa medioambiental; “No nos hemos fijado en nadie para crear este personaje”, señala el actor que se ha metido en la piel de este maestro de los fogones en plan verde. “Nuestro objetivo es mostrar la realidad tal como es, porque en todos estos años, nos hemos dado cuenta de que la imaginación no le llega a la suela de los zapatos a la realidad. Esa sí que es alucinante”, comentó Fontseré.
Este es el punto de partida de “un cachondeo que poco a poco va poniéndose serio para dejarnos con un regusto agridulce”. Y en medio está Rada (personaje interpretado por Fontseré, “un sinvergüenza de esos que tanto abundan que sabe cómo utilizar a los demás en su provecho”. Y todo ello acompañado por Las Cuatro Estaciones de Vivaldi.