El cineasta canario Víctor Moreno participará este jueves en la Sección Oficial Short Life Action Competition del Festival Black Nights Film de Tallin (Estonia), con el cortometraje Lovebirds, que se rodó en el sur de Tenerife, en pleno confinamiento, en la zona de Ten Bel, situada en la Costa del Silencio.
Este festival, clasificatorio para los European Film Awards y los Premios Bafta, entre otros, es el único de Clase A que se celebra en el Norte de Europa y desde su creación, en 1997, ofrece una amplia selección del cine de Estonia, del norte del continente europeo y de cineastas de todo el mundo. Su programa de competición internacional, le coloca en la misma categoría que otros festivales relevantes, como Berlín, Cannes, Venecia, San Sebastián o Tokyo, entre otros. La obra de Víctor Moreno competirá con otras 27 presentadas por cineastas de diferentes países del mundo.
Lovebirds, producido por Kino Pravda, tiene una duración de 18 minutos y el guion es obra de Víctor Moreno y de Claudia León. La historia se desarrolla durante la pandemia mundial, cuando un hombre llega a un hotel vacío, donde ha concertado una cita, deseando redimir su soledad, pero tan solo unos curiosos pájaros parecen acompañarle.
El equipo técnico está formado por Silvia Sánchez y Claudia León (producción ejecutiva), Pablo G. Gallego (dirección de fotografía), Jonay Armas (música) y Gustavo Hernández (dirección de arte). En el reparto intervienen Christiane Dollmann y Miguel Ángel Batista, con la colaboración de Nicola Pedrozzi.
En palabras de su director, este es un cortometraje “sobre el deseo de tocarse en un mundo en el que no puedes hacerlo, sobre el anhelo insatisfecho. Los personajes solo se tocan con las miradas, que funcionan como el principal puente de comunicación entre ellos. Son tan importantes como las palabras que se dicen y, por supuesto, como los gestos y los movimientos”.
“Todo sucede en un resort turístico que habitualmente está lleno de turistas, pero que en el cortometraje se presenta vacío. Es un resort de estética brutalista; es decir, de grandes bloques de cemento. Está rodeado de palmeras y plataneras. Hormigón, plataneras, lovebirds y mascarillas”, explicó Moreno y añadió que este corto “puede parecer una retro-ciencia ficción; un mundo distópico, aunque inquietantemente próximo al nuestro. La película sucede en un resort turístico de sol y playa, que ha salido directamente de Blade Runner.
Este cortometraje ha participado también en el Festival de Cine de Málaga, Festival de Cine de Madrid, en CineEspaña en Tolouse y en GwangHwaMun International Short Film Festival de Seúl.
Víctor Moreno estudió Filosofía y el Máster Documental de Creación en la Universidad Pompeu Fabra, en Barcelona. Ha realizado los largometrajes La ciudad oculta, Premio Feroz al mejor documental; Edificio España, nominado al Goya al Mejor documental, y Holidays, así como el mediometraje La Piedra y el cortometraje El extraño, premiados en eventos internacionales.
Sus trabajos han participado en festivales de más de treinta países, como IDFA, San Sebastián, Karlovy Vary, Viennale, San Francisco, Bafici o Visions du reel y se han exhibido en espacios culturales destacados, como el Lincoln Center de Nueva York, Museo Pompidou de París, el Barbican de Londres o el Museo Reina Sofía de Madrid.
Moreno también ha realizado instalaciones en lugares emblemáticos, como el Matadero de Madrid y ha ejercido la docencia en varios Centros y Escuelas de Cine. Ha impartido conferencias sobre su trabajo en diferentes universidades, como La Sorbonne (París) o la University Southern California (Los Angeles). Entre los años 2015 y 2017, Víctor Moreno fue director artístico de la Muestra de Cine de Lanzarote.