Todo Cunningham, todo Imogen

MADRID, 17 (EUROPA PRESS)

La mirada directa y simple de la fotógrafa norteamericana Imogen Cunningham (1883-1976) llega a Madrid de la mano de la Fundación Mapfre que, desde este martes hasta el 20 de enero, presenta en su Sala Castellana la más completa exposición en torno a esta artista “que definió el modernismo y marcó una visión innovadora en su trabajo”.

Así lo ha destacado la comisaria de esta muestra, Celina Lunsford, quien ha indicado que se trata de la retrospectiva más amplia del mundo dedicada hasta ahora a la fotógrafa nacida en Portland, Oregón. Entre las particularidades de la exposición, resalta el hecho de que muchas de las doscientas imágenes que pueden contemplarse son inéditas, sin olvidar las más conocidas de esta artista.

FOTÓGRAFA VISIONARIA

Cunningham fue una fotógrafa visionaria con una larga trayectoria artística y un gran reconocimiento por la calidad e innovación constante de su obra. Trabajadora incansable, siempre estuvo dispuesta a explorar diferentes técnicas fotográficas para acometer nuevos proyectos, lo que le llevó a crear una producción artística prolífica y original.

La exposición, organizada con la colaboración de La Fábrica, ofrece así una nueva reflexión sobre su obra y examina la amplia gama de facetas creativas que han dado forma a una trayectoria artística y vital que recoge más de setenta años de trabajo: desde sus primeras imágenes de estilo pictorialista bajo la influencia de Gertrude Käsebier y sus reveladoras composiciones abstractas de plantas y flores hasta sus fotografías de desnudos de carácter intimista o sus icónicos retratos de artistas, bailarines (Martha Graham) y actores (Cary Grant, Joan Blondel, Spencer Tracy), tomados para la revista Vanity Fair y que revelan su mirada “incisiva y directa”, según Celina Lunsford.

La comisaria ha destacado además su “fotografía de calle”, realizada en buena medida entre los años 1950 y 1970 aunque hay ejemplos de ello también en los años 30, en la que se valía de los edificios y la arquitectura para presentar las imágenes que le interesaban.

ARTISTA DESDE EL PRINCIPIO

Imogen Cunningham estudió Química en la Universidad de Washington en Seattle, la disciplina más cercana a la fotografía en ese momento. Su padre la apoyó desde el principio hasta el punto de que fue la única de diez hermanos que tuvo acceso a este tipo de estudios superiores. En 1906 compró su primera cámara y comenzó a practicar en el campus de la universidad. De esta época es uno de sus autorretratos más conocidos en el que aparece desnuda tendida sobre la hierba.

También trabajó en el estudio fotográfico de Edward S. Curtis, donde aprendió la técnica de la platinotipia y a retocar negativos. Poco después, en 1910 viajó a Alemania para completar sus estudios y a su regreso a Seattle abrió su propio estudio y estableció sólidos lazos con el mundo artístico de la época.

En 1917 se casó con el grabador Roi Partridge. Su maternidad supuso una pausa temporal en su trabajo aunque no dejó de fotografiar su entorno más cercano. En 1920, tras regresar a la actividad, se interesó por las composiciones florales. Su afición a la botánica le llevó a asignar muchos nombres latinos de plantas y especies a sus fotografías, muchas de las cuales pueden convertirse en precedente de los trabajos de Robert Mapplethorpe.

En 1929 Edward Weston la invitó a participar en la exposición 'Film und Foto' en Sttutgart. Esta muestra fue considerada la primera gran exposición de la fotografía moderna europea y americana y contó con grandes nombres como Edward Steichen, Berenice Abbott o Man Ray, entre otros.

Durante los últimos años de su carrera, Cunningham ya era considerada una de las fotógrafas más representativas de la Costa Oeste americana. En 1975 fundó el Imogen Cunningham Trust, una institución privada dedicada a catalogar, investigar y preservar sus archivos fotográficos.

A los 92 años inició su último proyecto, un libro titulado 'La vida después de los noventa', que recoge una selección de retratos dedicados a personas que, como ella, habían rebasado la frontera de los noventa. Sin embargo, la obra quedó inacabada al morir la artista en 1976.