Desde este viernes, y hasta el próximo 30 de marzo, el Centro Atlántico de Arte Moderno de Las Palmas de Gran Canaria (CAAM) presenta el proyecto expositivo 8. 1. Distorsiones. Documentos. Naderías y Relatos en el que participan una cuarentena de artistas con un carácter intergeneracional, a título individual, parejas y colectivos, conformado por creadores, tanto canarios, que trabajan aquí o aquellos otros que han optado por vivir y crear en otras latitudes, como por visitantes accidentales o foráneos afincados en las Islas.
Hace exactamente un año tuvo lugar la primera entrega de 7.1 Distorsiones, documentos, naderías y relatos ahora, con 8.1, culmina este proyecto cuyo objetivo no es otro que el de trazar una cartografía de la actual producción artística canaria, que se ve complementada con la participación de una serie de señalados artistas de diferentes procedencias geográficas cuya obra, en algún momento de su trayectoria, ha tenido a las Islas como protagonista.
El criterio de selección seguido por los tres comisarios de la exposición, Alicia Murría, Gopi Sadarangani, Néstor Torrens, además de proceder a un rastreo del panorama artístico, ha combinado en 8.1 dos fórmulas; de un lado, la invitación directa a creadores cuya producción les parecía relevante y que, por diferentes razones, no habían participado en 7.1. Junto a estas invitaciones se llevó a cabo una convocatoria abierta de proyectos que les permitió tener acceso a otros autores que, por factores diversos (no haber participado en muestras de cierta proyección, contar con una trayectoria breve por su edad, moverse por canales alternativos o de escasa visibilidad) no conocían o, tal y como señalan los comisarios.“ Que involuntariamente hubiésemos pasado por alto ? nobody is perfect y menos nosotros ?; somos conscientes de que no son pocos quienes, a pesar del rigor con que trabajan, padecen la ausencia de plataformas eficaces donde dar a conocer su producción”
En cuanto al contenido de 8.1., se ha querido abundar en la línea trazada en 7.1 y reunir temas y medios que reflejan ?y construyen ? el tiempo actual, y utilizando los comisarios los menores filtros posibles, de manera que fueran los artistas y su trabajo quienes se constituyesen en el tejido de ese mapa, de esa lectura (entre otras posibles) que se pretende ofrecer.
Así, en ambas entregas los aspectos sobre los cuales las obras invitan a reflexionar abarcan de lo macro a lo micro; de las preocupaciones sociales que atañen de forma colectiva a aquellas otras que afectan a la intimidad y que son tan importantes como las anteriores, pues ambas forman parte esencial del día a día. “Trabajos- señalan los comisarios- que abordan la realidad circundante y desde posiciones muy diversas, ya sea el contexto sociopolítico de las Islas, las formas de entender ocio y cultura, la función del arte o la del museo, asoman aquí entre otras como, por ejemplo, la representación de la naturaleza, la idea de paisaje y su relectura desde parámetros actuales, o la mirada sobre la ciudad y su arquitectura”.
Las formas de narrar que hoy adoptan los creadores y los medios que utilizan habitualmente, casi sea cual sea su procedencia, aparecen aquí reflejadas; desde las prácticas que se pueden calificar como tradicionales como la pintura, la escultura o el dibujo, a aquellas otras que utilizan los llamados nuevos medios, como la fotografía ?de la analógica a la digital ? , el vídeo, las instalaciones, la animación, y también la performance, el grafitti, o las obras donde el sonido es protagonista. También se ha optado por explorar territorios menos habituales, como el espacio radiofónico, con intervenciones específicas para este medio que se podrán escuchar a través de la emisora Radio Guiniguada diariamente, como parte integrante de la exposición y mientras ésta permanezca abierta.
“Uno de los aspectos destacados de este proyecto- explican los comisarios- y también uno de nuestros principales objetivos, ha sido y es abundar en la idea de que la cultura está constituida por múltiples manifestaciones, fenómenos y comportamientos, muchos de los cuales no siempre son entendidos y analizados con la atención, o la amplitud mental, que merecen. Y, seguramente, se encuentre en estas actitudes la raíz del distanciamiento entre el museo, como paradigma de la alta cultura, y los públicos más jóvenes; una posible solución al problema no pasa por la espectacularización de la cultura sino por asumir su diversidad de formas, admitiendo la multiplicidad de hibridaciones que la componen”
Al igual que en 7.1 se publica un periódico que analiza, junto al arte sonoro y la producción de imágenes generadas por ordenador, medios como el cómic y territorios como la cultura hip hop, ?que tiene en el grafitti, en el ámbito del rap o en la música creada por los djs un vigoroso caudal creativo? donde a menudo el humor, la ironía o un mordaz desenfado se constituyen en herramientas críticas de alta eficacia. A ellos se han sumado una quincena de autores de textos que, a lo largo de ambas ediciones, han delineado una mirada tanto sobre las singularidades de este territorio como sobre los derroteros de la producción artística actual.
Esta pluralidad de actitudes y de análisis, todas estas formas de ver y pensar, constituyen Distorsiones, documentos, naderías y relatos 7.1 y 8.1; mapa que no habla de un “arte canario” sino que plantea diferentes miradas sobre el presente desde la relativización de los conceptos de centro y periferia, desde una asunción de lo local y lo global como espacios mentales intercomunicados y complementarios.