MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
Un coleccionista privado ha dejado en manos de José Antonio Urbina y del anticuario Caylus, un cuadro de Francisco de Goya nunca antes expuesto públicamente. 'El apóstol Santiago y sus discípulos adorando a la Virgen del Pilar' verá la luz en la próxima edición de la Feria de Antigüedades de Maastricht, que se celebra del 18 al 27 de marzo.
Para que el cuadro pueda exhibirse en la Feria de Antigüedades de Maastricht, se ha solicitado una “licencia de exportación temporal” y ha sido “consignado por su propietario, un coleccionista madrileño, hace pocos días”, según ha indicado a Europa Press, José Antonio Urbina.
“Este cuadro ha sido un redescubrimiento importante dentro de la obra de Francisco de Goya y es la primera vez que se expone públicamente”, subraya Urbina, y recuerda que, en 1957 fue publicado en una revista científica por el marqués de Lozoya, especialista en Goya, pero sin dar excesivos datos.
Preguntado por la venta del cuadro, Urbina afirma que todavía es muy pronto para hablar de posibles compradores, particulares o institucionales, pero se estima que el precio de venta ronde los 4,5 millones de euros. El cuadro mide 107 x 80 centímetros y su procedencia es la colección Rosillo.
“Los datos que había sobre este cuadro era bastante precarios, y nunca se había expuesto públicamente porque siempre ha estado en manos de coleccionistas particulares”, ha argumentado este anticuario.
Aunque Urbina asegura que el cuadro ha sido estudiado y valorado por expertos del Museo del Prado, desde la Pinacoteca Nacional señalan que no pueden confirmar ni desmentir ninguna autoría.
Por su parte, la galería Caylus precisa que'El Apóstol Santiago y sus discípulos adorando a la Virgen del Pilar' “es comparable al gran lienzo de altar; las figuras son muy expresivas, de volúmenes poderosos; la técnica es muy empastada con fuertes contrastes de color y sombra; todo ello lo puede datar hacia 1780”.
GOYA Y LA VIRGEN DEL PILAR
La primera imagen conocida de Goya que representa a la Virgen del Pilar es un dibujo a lápiz de una de las páginas del llamado “Cuaderno italiano” realizado hacia 1770 que sirve de punto de partida para el pequeño lienzo de este tema (56 x 42,5 cm.) que pinta hacia 1771-75 ,hoy en día en el Museo de Zaragoza. Goya representa de manera fiel y estilizada, reproduciendo los pliegues del manto, la pequeña talla gótica que se venera en la Basílica del Pilar .
El artista vuelve a reproducir la misma imagen en esta obra, desarrollando el pequeño cuadro del Museo de Zaragoza en una composición más compleja y de mayor tamaño. Pero elimina el coro angélico y el entorno celestial y sitúa la imagen en un claro de una espesura.
“Ante ella, fuerte y extasiado se arrodilla el Apóstol, vestido de peregrino y su manto púrpura desplegado con gran efectismo. Los discípulos rodean la aparición milagrosa con una mezcla de temor y devoción. La gran aureola ilumina la escena y los personajes; todos ellos barbados y de edad avanzada exceptuando el joven del extremo izquierdo cuyos rasgos podrían recordar los del artista en esos años.”, se explica en el documentación del cuadro.