MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
José Luis Corral rescata el mito olvidado de la reina del Imperio de Palmira, Zenobia, en su última novela, 'La prisionera de Roma' (Planeta). El historiador recupera esta figura ignorada en las crónicas de la época para convertirla ahora en heroína literaria, a la altura de otros personajes como Cleopatra.
Corral (Zaragoza, 1957), autor también de otras doce novelas históricas, dedica esta vez las más de 800 páginas que componen este libro a relatar e imaginar la vida de Zenobia, una mujer “casi desconocida” a pesar de ser, según ha declarado el autor este miércoles en un encuentro con los medios, “la mujer más importante de su tiempo”.
Zenobia (nacida entre los años 245 y 274 d. C.), era hija de una esclava egipcia y de un rico mercader árabe, de quien se quedó huérfana cuando era joven. A pesar de su condición de mujer, se convirtió en soberana de la ciudad de Palmira, un lugar estratégico situado entre el Imperio Romano y el Imperio Persa, y consiguió reinar también sobre Asia occidental y Egipto.
Corral explica que esta mujer logró independizar Palmira de la soberanía romana y convirtió a la ciudad en el enclave más rico del siglo III d. C. gracias, entre otras aspectos, a su situación geográfica dentro de la Ruta de la Seda. “Su imperio se asemeja al de Alejandro Magno, aunque es más pequeño”, indica.
De su historia se conoce muy poco, porque apenas se le dedican cuatro páginas en la Crónica Augusta, donde “se mentía mucho”, asegura Corral. Por ello, ha tenido que recurrir a las placas que se le dedicaron en la ciudad, las monedas acuñadas con su rostro y otros objetos arqueológicos para recrear a este enigmático personaje.
“Ser mujer siempre ha sido complicado en la historia”, destaca el autor de 'La prisionera de Roma'. En su caso, Zanobia “sale del paradigma” de mujer de la época: es culta, domina varios idiomas y posee grandes conocimientos en filosofía. Si viviese en la actualidad, el historiador la imagina como una mujer “líder de los movimientos reivindicativos por la democracia o de la igualdad de la mujer en el mundo árabe”.
ROMA Y EEUU: “PARALELISMO EXTRAORDINARIO”
Corral destaca que el parecido entre Cleopatra y Zenobia radica en que ambas son dos mujeres “pujantes que quieren ser reinas de Oriente”. La pasión más importante de Zenobia era, explica el escritor, crear un tercer mundo entre Roma y Oriente. Sin embargo, ese deseo estaba “equivocado”, porque “la contundencia militar de Roma era enorme”.
“Aunque esto es especular mucho como historiador”, se disculpa Corral, “seguramente el botín de guerra de Palmira --su tesoro-- impidió que el Imperio Romano cayese dos años antes de su ocaso final, ya que, entre otras cosas, puso en marcha legiones enteras gracias a esta riqueza”, señala.
A su juicio, existe un “paralelismo extraordinario” entre esta época y el mundo actual. En el siglo III D. C. Roma se encuentra en los momentos finales de su cultura y necesita las fuentes de energía de la época: el oro, la plata y las piedras preciosas. “Aunque sobrevivió en decadencia, solo lo hizo durante dos siglos más”, indica.
“Esto es lo que ocurre ahora en Estados Unidos, aún la gran potencia del mundo --aunque yo creo que en decadencia-- y que está haciendo un esfuerzo militar que seguramente pagará en el futuro, para buscar las fuentes de energía actuales: el gas y el petróleo”, argumenta Corral, para quien resulta imprescindible observar el final de Roma al lado de la potencia mundial actual.