MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
El compositor septuagenario Leo Brouwer, que recibirá este jueves el Premio SGAE de la Música Iberoamericana 'Tomás Luis de Victoria', ha denunciado la “política invasora” de algunos mandatarios estadounidenses y ha subrayado que “habría que mandar a los yanquis al carajo” antes de analizar la deriva del régimen cubano.
En declaraciones a Europa Press, el autor cubano ha precisado que “no todos los estadounidenses son yanquis”, que Estados Unidos no es solo eso. “Walt Whitman es norteamericano, Aaron Copland es norteamericano...; George W. Bush es yanqui”, ha asegurado.
“Mi gran problema no es Cuba, ni es la política en cualquier parte del mundo, es la política invasora la que me molesta, la que no me deja vivir, la que no me deja contemplar el entorno, y esa política invasora se llama 'Yanquis', más que Estados Unidos”, ha explicado.
Según el autor, que reniega de la demagogia y de las alabanzas gratuitas, “habría que empezar por permitir que los yanquis quitaran el embargo que lleva desde hace 50 años, que no jodan más”. “Y entonces”, ha añadido el compositor, “veríamos qué podemos hacer”.
Para el músico, que ha definido Cuba como “un país pobre”, lo primordial es “desprenderse” de la influencia estadounidense, antes que pensar en la apertura del régimen o en la transición democrática. “Lo demás”, en su opinión, “es una tontería, pura elucubración”.
“El GRAMMY NO ME INTERESA”
Por otra parte, Leo Brouwer ha recibido con frialdad la concesión del Grammy Latino de Música Clásica por su álbum 'Integral Cuartetos de Cuerda' y ha señalado que el galardón no le quita el sueño. “Todos sabemos que el Grammy es un negocio. No significa nada”, ha dicho.
“El Grammy no me interesa, y lo digo con respeto al jurado, que es altamente profesional. Me parece muy raro que mi música haya ganado un Grammy porque yo no le soy un negocio a los yanquis. Pero está muy bien, me alegro, así se mueve mi nombre”, ha destacado el compositor.
A su vez, el autor cubano ha reconocido su “inmejorable” relación con la cultura española e hispana más allá de los Premios Grammy y ha celebrado la declaración de la música flamenca, a la que se encuentra “muy vinculado”, como Patrimonio Inmaterial Universal por la UNESCO.
“Me parece excepcional, el flamenco fue el detonador que me hizo acudir a la guitarra. Entonces, oía a 'Sabicas', al 'Niño Ricardo' y, en los años presentes, a mi amigo Paco de Lucía, a Vicente Amigo... Yo defino el flamenco con una sola palabra: intensidad”, ha indicado.
EL RECONOCIMIENTO DE LA SGAE
Por otra parte, el autor ha subrayado la relevancia del Premio 'Tomás Luis de Victoria', que según él se apoya en el trabajo “incansable” de su jurado a lo largo de los últimos diez años, “de un análisis a fondo del quehacer de estas músicas de concierto”.
Asimismo, ha señalado que este premio servirá como impulso para la música clásica, que a su parecer “no tiene tanto consumo como la música popular ni tanta divulgación”. “La música pop es fantástica, yo escucho mucha música pop, pero esta tiene otras funciones”, ha dicho.
“El mundo audiovisual ha invadido desde hace tiempo la escena sonora. Parece que no basta con cerrar lo ojos y escuchar. Con la llegada de la televisión, y sobre todo desde los cincuenta, se hace necesario para todos el ver y oír paralelamente”, ha indicado Brouwer.
DIVULGACIÓN DE LA MÚSICA CLÁSICA
En su opinión, la falta de interés en la música clásica “viene desde la enseñanza”, desde Primaria, donde “se muestran conocimientos generales de Historia, Geografía o Matemáticas” con un tratamiento diverso del mundo cultural, que está dividido en varias disciplinas.
“Lo ideal sería una especie de reunión de objetos culturales impartidos simultáneamente por un profesor que unifique arquitectura, plástica o música en un conjunto, que se dé como si fuese una sesión deportiva, con una verdadera participación del alumno”, ha explicado.
El compositor, que prepara una ópera desde hace dos décadas y que compone de forma continua, ha recibido diversos galardones y menciones a lo largo de su trayectoria, entre las que destacan el Premio MIDEM de Cannes, la Orden de Pablo Neruda y el Premio Goffredo Petrassi.
Entre sus composiciones, figuran un centenar de bandas sonoras para el cine cubano; 'Homenaje a Mingus', para jazz y orquesta (1965); 'Metáfora del amor' (1974), para guitarra y banda magnetofónica, y 'Concierto de Lieja', para guitarra y orquesta (1984).