Altman falleció el lunes a los 81 años en un hospital de Los Angeles, según informó este martes su compañía de producción, Sandcastle 5 Productions. La causa de la muerte aún no ha sido determinada.
De gran presencia y mente brillante, Altman fue, además de director, productor y guionista de gran parte de su obra, lo que le valió el calificativo de “autor” en un Hollywood donde el cine es industria.
El presidente de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, Sid Ganis, dijo este año que el director de M.A.S.H fue un innovador del medio, al anunciar la concesión a Altman de un Oscar de honor
“Ha redefinido los géneros, ha inventado nuevos modos de utilizar el medio y ha revitalizado los antiguos”, dijo Ganis, al anunciar este año el galardón de honor del que le hizo entrega la Academia.
Como otros grandes cineastas, Altman recibió así el Oscar como una estatuilla de honor, dado que nunca pudo obtener este premio por sus más de ochenta películas como director, 39 como productor y 37 como guionista.
Algunas de sus cintas más notables y que aspiraron al Oscar a la mejor dirección fueron M.A.S.H (1970), Nashville (1975), El juego de Hollywood (1992), Vidas cruzadas (1993) y Gosford Park (2001).
Este hombre nacido en Kansas también defendió otras dos candidaturas como mejor productor, por Nashville y Gosford Park.
“Se trata de un maestro como realizador que bien se merece este honor”, afirmó Ganis.
Fue un realizador que murió con las botas puestas, tal y como había prometido.
“Lo único que lamento es que un día veré la luz al final del túnel y no podré seguir haciendo cine”, dijo en una de sus últimas entrevistas un autor que se aburría “de muerte” cuando no estaba rodando, según confesó.
De ahí la ironía de que la noticia de su fallecimiento coincida con la campaña de su último filme, A Prairie Home Companion, en esta nueva temporada de premios.
Altman comenzó su carrera como documentalista y con películas industriales y anuncios, antes de su debut en el cine con The Delinquents, en 1957.
En televisión trabajó para series como Alfred Hitchcock presenta y Bonanza.
Defensor de las libertades y opositor a Bush
Además de sus logros cinematográficos, Altman siempre fue un defensor de la contracultura y de las libertades.
Su oposición al presidente estadounidense, George W. Bush, le llevó a prometer que abandonaría su país, en caso de que fuera reelegido.
Aunque Altman incumplió su promesa tras la victoria electoral de Bush en el 2004, sus producciones cada vez estuvieron más vinculadas a Europa que a Estados Unidos, donde le era más difícil encontrar financiación para sus proyectos.
Durante la entrega del Oscar este año, Altman confesó además un secreto que había mantenido en silencio: se había sometido a un trasplante de corazón hace once años.
Con buen humor, propio de los grandes maestros del cine como John Huston, John Ford, Frank Capra o Sam Peckinpah, con los que fue muchas veces comparado, Altman aseguró que se trataba del corazón de una mujer de 40 años, lo que le prometía otras cuatro décadas de vida.
Aunque siempre fue incapaz de escoger una cinta favorita entre su prolífica carrera de seis décadas, Altman era consciente de que M.A.S.H. y Gosford Park figurarían en su elección.
También declaró a la prensa con el Oscar en la mano que esa estatuilla figuraría en su obituario, un premio que aunque tardío le hizo ilusión.
“Sobre todo me gustó por mi familia, en especial Kathryn, mi esposa desde hace 45 años, a la que le duelen como a mí las críticas”, bromeó.