MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
El congreso internacional 'Arquitectura: más por menos' analizará las claves de una construcción más justa y eficiente, capaz de enfrentarse a los periodos de crisis y de optimizar los recursos para lograr más calidad con menos coste. Este encuentro está organizado por la Fundación Arquitectura y Sociedad y se celebrará en el Auditorio Baluarte de Pamplona los días 9, 10 y 11 de junio.
El congreso acogerá diversos debates y sesiones en los que se debatirá sobre arquitectura española e internacional, aunque también participarán representantes expertos en economía, pensamiento, política, filosofía y sociología. En esta ocasión se reunirán por primera vez en España cuatro arquitectos galardonados con el Premio Pritzker, considerado el Nobel de la arquitectura: Renzo Piano (Italia, premiado en 1998), Jacques Herzog (Suiza, en 2001), Glenn Murcutt (Australia, en 2002) y Paulo Mendes da Rocha (Brasil, en 2006).
De esta forma el congreso, dirigido por Luis Fernández-Galiano y el ex-secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), José María Fidalgo (ambos patronos de la Fundación), pretende situarse en la vanguardia del análisis arquitectónico, mediante la aportación de soluciones innovadoras en temas como materiales, eficacia y sostenibilidad, el elemento simbólico dinamizador y estético o la vocación que tiene la arquitectura como servicio social.
ARQUITECTURA COMO ESPECTÁCULO
Fernández-Galiano señaló que “el congreso pretende ser un encuentro de excelencia pero también de compromiso”, de cómo terminar con la arquitectura como “espectáculo”.
Fidalgo, por su parte, explicó que el encuentro aborda la arquitectura desde tres miradas: la eficiencia, el cobijo y el placer. “El origen de la arquitectura tiene que ver con el cobijo, hay que replantear este concepto y recuperar el sentido de las cosas”, dijo. En cuanto al placer, señaló que se abordará este aspecto porque “no hay que perderlo”. “Hay que agarrarse a la belleza de lo humilde, de lo austero. Se ha construido de una forma que se ha confundido la excelencia arquitectónica con la icónica”.
Según indicó, cuando explotó la burbuja inmobiliaria se vio cómo se había confundido la adquisición de un bien de primera necesidad con una inversión. Sin embargo, puntualizó que esta explosión ha de ser una oportunidad para trabajar, para repensar las cosas. Aunque las cosas ya estén descubiertas, la imaginación consiste en redescubrirlas con otra mirada y con otra escala de valores“.
Según sus palabras, “en esta crisis hay otra, y es la que pone en cuestión un modelo que ha estado funcionando durante mucho tiempo como si fuera algo divino”. En este sentido, concluyó que “quizás sean los jóvenes de hoy quienes lo descubran”.
“ARROGANCIA Y DESPILFARRO”
El ex-ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, señaló que “el lema de este encuentro expresa que vivimos en un periodo de crisis profunda --la mayor que ha conocido el capitalismo-- y pretende aportar una reflexión sobre lo que la arquitectura aporta a las necesidades sociales, ayuda a la convivencia y lo que puede aportar a la economía”.
Solchaga indicó que “se ha pecado un poco de arrogancia en arquitectura, próximo al despilfarro”. Por ello, consideró que esta reflexión “viene bien” porque los recursos económicos no serán los mismos y porque esto tendrá que ver con la forma en la que se organiza y se escogen los materiales con los que se construyen.
ARQUITECTURA Y RECURSOS ENERGÉTICOS
En esta misma línea, la ex-ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, que participará en el debate, señaló que la arquitectura es el “paisaje y el escenario” donde nos encontramos todos y los arquitectos son quienes pueden moldear este entorno, por lo que indicó que “se trata de que lo hagan cada vez más habitable”. Tocino coincidió con Solchaga y remarcó que “quizás la arquitectura ha tenido un derroche”, pero matizó que ahora “estamos en el momento de poner fin a esto”.
En este sentido, destacó que en la época de crisis que se vive hoy en día se plantea una arquitectura eficiente, una eficiencia ligada a la economía y ligada también a recursos energéticos, contemplando siempre que la construcción de un edificio “nunca es neutral”, porque según cómo se diseñe y se construya habrá unos determinados costes, quizás excesivos, en lo que “debería ser un ahorro de tiempo”.
Tocino precisó que “hay que dirigirse hacia este concepto de eficacia, porque se camina hacia una economía más baja en carbono”. “Pretendemos ver la trascendencia que la arquitectura del siglo XXI da, la distinta forma de usarlo, de realizar edificaciones sostenibles”, dijo.
Según recordó, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) anunció que India y China van a consumir más de la mitad del aumento de suministro energético que se registrará en la próxima década. “Si empezamos a educarnos todos y a saber que se puede contaminar mucho menos haciendo más uso de las energías renovables, al final la arquitectura estará cumpliendo la función de modelar para abrir mayor calidad de vida”, concluyó.