La compañía La República, que dirige Nacho Cabrera, representará el viernes y el sábado en la Sala Insular de Teatro de la capital grancanaria la obra Las cicatrices del cielo, ambientada en los últimos días de Galileo Galilei.
Miguel Ángel Maciel (Galileo), Ruth Sánchez (Andreas) y Toni Báez (Cardenal Barberini) son los intérpretes de esta obra, una adaptación del texto escrito por el dramaturgo alemán Bertholt Brecht en 1939, según han anticipado desde la compañía.
Las cicatrices del cielo parte de la sinopsis original para confrontar a tres personajes en torno a la razón y la fe en el ocaso de Galileo, aquejado de un alzheimer galopante en una residencia a la que le llevan a morir. A esa habitación crepuscular tendrán acceso su discípulo Andreas y el Cardenal Barberini, que desde que se convirtió en el Papa Urbano VIII nunca lo ha vuelto a visitar.
Nacho Cabrera ha avanzado que realizarán una versión contemporánea de Galileo Galilei, en la primera incursión de la compañía isleña en un texto de Brecht. “Llevamos a nuestro personaje a los últimos días de su vida en un geriátrico, donde relata el sufrimiento que ha padecido a lo largo de su existencia”, ha manifestado.
Miguel Ángel Maciel, es el responsable de interpretar el papel del astrónomo, matemático y físico italiano. “En esta versión de La República aparece el alzheimer en Galileo, quien además se enfrenta a través de la ciencia a la iglesia, que se resiste a la eutanasia del mismo modo que en su momento se negó a aceptar que la tierra era el centro del universo”, ha comentado.
Ruth Sánchez, única integrante femenina del reparto pero que interpreta el personaje masculino de Andreas, fiel y aventajado discípulo de Galileo, ha subrayado la influencia que en él tiene el maestro.
“Galileo es casi una suerte de padre para Andreas, y a lo largo de la obra vemos cómo se va forjando la relación entre ambos. Esta relación marca definitivamente el carácter de mi personaje, y sus ansias por conocer y seguir investigando en todo ese universo que Galileo despierta en él”, ha manifestado.
Toni Báez, que se pone en la piel del Cardenal Barberini y, posteriormente, del Papa Urbano VIII, considera que “le toca representar el lado más oscuro y conservador de la Iglesia”.