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'La soledad', la gran triunfadora de los Goya

La película La soledad, producida por Fredesval Films, Wanda Visión y Vitro Films, y dirigida por el barcelonés Jaime Rosales, ha conseguido esta noche el Premio Goya del cine español a la mejor película del año.

Este galardón, entregado por Alejando Amenábar, ha sido la gran sorpresa de la noche, ya que La soledad, que competía con Las 13 rosas de Emilio Martínez Lázaro, El orfanato de Juan Antonio Bayona, Mataharis de Icíar Bollaín y Siete mesas de billar francés, no partía como favorita.

“Es un momento histórico en el cine español, porque nunca se había dado el caso de que una película tan extraña, tan radical, se hubiera llevado el premio”, ha dicho Jaime Rosales, de 37 años.

Después de sorprender hace cuatro años con su ópera prima La horas del día Rosales rodó La soledad, que cuenta cómo las pequeñas y grandes tragedias marcan las relaciones humanas y que protagonizan Sonia Almarcha y Petra Martínez.

El director añadió que ni en el mejor de sus sueño hubiera imaginado que su película podría lograr los tres premios a los que era candidata, ya que obtuvo también el de mejor director y mejor actor revelación.

Rosales indicó que El orfanato es una “opción” para salir de la crisis del cine, pero argumentó que los españoles deben ofrecer “cosas originales” como hicieron en su día Buñuel y Dalí.

El director ha afirmado esta noche que con este premio se apoya a una generación de cineastas, entre los que incluyó a Iván Zulueta, Pere Portabella y Joaquín Jordá, que representan “un cine mas radical e independiente”.

“Yo formo parte de otra generación de cineastas, entre los que esta José Luis Guerin y Mar Reichas, que representa a un tipo de cine que desde la radicalidad del lenguaje intenta conectar con el público”, ha añadido Rosales.

Al recibir el galardón, uno de los productores de la película, José Miguel Morales, ha agradecido al Ministerio de Cultura la Ley de Cine, y también a la Academia de Cine, por reconocer “la riqueza del cine español” al conceder un Goya a “una película que representa la diversidad y que está ”hecha por gente debutante, lo que hace que aumenten las ilusiones de otros por hacer cine“.

Después de ganar, hace cuatro años, el premio de la crítica internacional del festival de Cannes por Las horas del día, Jaime Rosales volvió a salir triunfante del festival francés la pasada primavera con La soledad.

Para su segundo largometraje desarrolló un nuevo recurso técnico al que denominó como polivisión, y que consiste en la división de la pantalla en dos mitades, cada una de las cuales muestra una imagen distinta, para lo cual el rodaje lo realizó con una sola cámara y, posteriormente, se sincronizaron las imágenes.

Tras obtener la licenciatura en Ciencias empresariales por el ESADE, Jaime Rosales obtuvo una beca para estudiar en la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños de La Habana en 1996, y en 1999 se desplazó hasta Sydney para participar como becario en la Australian Film Televisión and Radio School.

A su regreso a España, trabajó como guionista de televisión, un trabajo que compaginó con la filmación de varios cortometrajes. El primero de ellos fue Episodio, al que siguieron Yo tuve un cerdo llamado Rubiel -rodado en Cuba- y La pecera -rodado en Australia-.

En 2003 filmó su primer largometraje, Las horas del día, un retrato feroz sobre la vida cotidiana de un asesino en serie, por el que consiguió el premio FIPRESCI de la crítica internacional en Cannes y con el que optó al premio Goya a la mejor dirección novel y al mejor guión original.