El jugador del Iberostar Tenerife Marcelinho Huertas (Sao Paulo, 1983) ha recibido este jueves el II Trofeo como mejor jugador latinoamericano de la Liga Endesa, un premio por el que se ha mostrado honrado y cuyo mérito ha atribuido en parte al trabajo diario y a la labor de sus compañeros y del cuerpo técnico del club aurinegro.
El trofeo, concedido por la agencia Efe y la ACB, se otorga tras la votación de periodistas latinoamericanos especializados en baloncesto, quienes eligieron el año pasado al base argentino Nicolás Laprovittola como primer ganador del trofeo.
“Es un orgullo haber recibido este trofeo de entre tantos jugadores latinoamericanos que juegan en la ACB desde hace muchos años, jugadores de muchísimo nivel, no solo en sus clubes, sino también reconocidos a nivel internacional con sus selecciones. Y es un honor haberlo conseguido con la camiseta del Canarias”, ha celebrado el base brasileño.
La Liga Endesa contará con 28 jugadores latinoamericanos para la próxima temporada 2020/2021, candidatos todos ellos a recibir la próxima edición del galardón.
Huertas ha reconocido que sin el apoyo de sus compañeros no habría podido conseguir el trofeo, y ha elogiado igualmente el apoyo de la afición tinerfeña “en la buenas y en las malas”, así como de los amigos y la familia, pilares “muy importantes” para jugar a un deporte en el que, más allá del físico y de la técnica, el factor psicológico influye mucho.
El base paulista promedió la pasada temporada de 13,1 puntos, 8,1 asistencias y 2,5 rebotes en 28,5 minutos por partido para una valoración de 16 puntos en la fase regular de la competición, y alcanzó un 98,1 por ciento de acierto en tiros libres.
Vino al Iberostar Tenerife el pasado curso porque creía en el proyecto y en la capacidad del grupo para competir al máximo nivel contra todos los equipos en todas las competiciones, y así fue: el equipo hizo un buen papel en todas ellas, encontró una buena química de grupo y practicó un baloncesto “muy bonito” y efectivo, ha subrayado Huertas.
El base ha reconocido en esa línea que el baloncesto europeo, muy “estructurado” y en el que predomina el orden sobre el físico, se adecúa mejor a su estilo de juego, que también incluye “alegría y fantasía”, más propias del baloncesto norteamericano.
“Nunca he sido un portento físico como la gran mayoría de jugadores en la NBA, por lo que mi cabeza y mi estilo de jugar, más cerebral, se adapta mejor al europeo. Si hubiese ido a los Estados Unidos antes, quizá pudiera haber hecho una carrera más larga ahí, pero no me arrepiento de nada en mi carrera, estoy muy orgulloso de ella”, ha recalcado.
Huertas jugó durante dos campañas en Los Ángeles Lakers, entre el 2015 y el 2017, tras sus exitosos pasos por el Saski Baskonia o el Barcelona.