El escolta estadounidense del Herbalife Gran Canaria, Kyle Kuric, avanza en la recuperación de las dos operaciones a las que ha sido sometido para extirparle un tumor cerebral y en los próximos días abandonará la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la Clínica Teknon.
El 'Granca' destaca en un comunicado que Kuric sigue evolucionando de manera favorable y que, incluso, ya se encuentra consciente e ingiriendo alimentos vía oral.
El club grancanario también informa de que la biopsia llevada a cabo en el centro médico barcelonés confirma el diagnóstico de que se trataba de un meningioma benigno, como ya había adelantado la esposa del jugador Taraneh Momeni-
Aún así, el cuerpo médico que atiende al jugador norteamericano ha especificado que la recuperación de Kyle Kuric será “lenta”.
El padre de Kyle, Steve Kuric, también ha relatado en unas declaraciones que recoge el diario digital donde se formó Card Chronicle que: “Me alegra mucho contarles que Kyle sigue mejorando. Se siente mejor, aunque todavía está cansado. Ya se levanta de la cama. Va recuperando el apetito y de nuevo come un montón”.
Su padre confirma ahora que Kyle Kuric está haciendo grandes progresos y que incluso ya está recibiendo visitas de amigos y le dejan consultar el ordenador.
“Ha estado riéndose y bromeando con nosotros, con su habitual sentido del humor. ¡Incluso ya está intentando negociar con su cirujano cuando podrá volver al baloncesto!”, explica Steve Kuric.
El padre de Kuric subraya que son conscientes de que el jugador “todavía tiene un largo camino que recorrer, pero con la ayuda de sus médicos, su familia y sus amigos lo va a conseguir. No tengo ninguna duda de que volverá al baloncesto”, dice el padre del escolta estadounidense.
Steve Kuric agradece, además, en nombre de su familia todos los mensajes de ánimo que han recibido, porque les han ayudado a “sobrellevar estos momentos duros”.
Kyle Kuric, de 26 años, fue operado el pasado día 5 en el centro médico Teknon de Barcelona, en una intervención que comenzó sobre las 14.30 horas y que se prolongó hasta la noche.
El jugador estadounidense, formado en la Universidad de Louisville, se perdió el partido en la cancha del Laboral Kutxa -único encuentro perdido por su equipo en la ACB esta temporada- debido a unas migrañas y, al someterse a unas pruebas médicas, se descubrió que padecía un meningioma.