Tres triunfos consecutivos en el inicio de Liga Endesa llevan al Lenovo Tenerife a afrontar la siguiente jornada ante el Monbus Obradoiro de Moncho Fernández y Léo Westermann con la máxima ambición y seguridad en el trabajo que se está realizando.
El técnico Txus Vidorreta ha declarado en la rueda de prensa previa al encuentro que el equipo “está jugando con mucho equilibrio”, y que por ello se siente “satisfecho” por aspectos como haber superado las dos rachas anotadoras del Cazzo Baskonia en el último partido.
“Mantuvimos siempre la cara al partido y supimos reaccionar para ganar, hubo muchas más cosas positivas y tal vez alguna pérdida de balón por errores propios, que creo que es el único aspecto en el que tenemos que seguir mejorando”, ha dicho.
El conjunto aurinegro sigue lastimando la baja de Fran Guerra, que se espera que la próxima semana se incorpore de forma gradual al trabajo colectivo, y a la vez se está muy pendiente de la evolución de Moussa Diagne, que aunque jugó ante el Baskonia se le ha dado descanso los primeros días de la semana.
Otro aspecto positivo que ha destacado Vidorreta es, precisamente, la manera en la que la plantilla ha resuelto los problemas de lesiones de los pívot en este inicio de temporada, un aspecto en el que jugadores como Iván Cruz o Tim Abromaitis han ejercido un papel fundamental.
Del rival, el entrenador ha señalado que se trata de un equipo “que está jugando bien, con mucho ritmo y con una gran capacidad anotadora”, algo que ganan con la llegada de Westermann, “un jugador perfil Euroliga, que les da físico y superioridad a la hora de jugar bloqueo directo”, ya que se trata de un base de dos metros de altura.
“Paige y Brender también son fichajes clave y continúan los hermanos Scrubb, que el año pasado fueron importantes al final de la temporada, a ellos se suma Blazevic, un pívot móvil que abre el campo”, ha señalado Vidorreta que cree que el cuadro gallego “se ha reforzado muy bien” con fichajes que le dan “otro punto de competitividad”.
La llegada de Westermann al Obra supone tener en cuenta el nivel defensivo del base francés, no obstante, Vidorreta confía en la versatilidad de su línea exterior, que ha crecido con la llegada de Jaime Fernández.