LUXEMBURGO, 20 (EUROPA PRESS)
Los ministros de Economía de la Unión Europea alcanzaron este martes un “amplio acuerdo político” para crear un nuevo órgano, el Consejo Europeo de Riesgos Sistémicos, cuyo objetivo es prevenir que se repitan crisis económicas y financieras como la actual, según anunció el ministro sueco de Finanzas, Anders Borg, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la UE.
Este acuerdo provisional servirá como base para negociar un compromiso final con el Parlamento Europeo. El objetivo es que el nuevo órgano pueda empezar a funcionar a lo largo del año 2010. El comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, se declaró “muy satisfecho” por el pacto e insistió en que el Consejo Europeo de Riesgos Sistémicos debe estar operativo “lo antes posible”.
“Si este órgano hubiera existido en el pasado, probablemente sus alertas y sus recomendaciones sobre los riesgos para la estabilidad financiera podrían haber evitado al menos parte de las consecuencias muy negativas de la crisis actual”, aseguró Almunia. “En el futuro pueden existir nuevos riesgos para la estabilidad financiera y necesitamos detectarlos lo antes posible. Es urgente poner en marcha este órgano”, resaltó.
Por su parte, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, destacó que el acuerdo se ha logrado en “tiempo récord”, ya que el Ejecutivo comunitario presentó su propuesta legislativa en septiembre. “Es muy buena noticia”, dijo.
La función del Consejo Europeo de Riesgos Sistémicos será observar y evaluar las posibles amenazas para la estabilidad financiera, emitir alertas de riesgo y recomendaciones de actuación y vigilar su aplicación. Sin embargo, las medidas correctivas que aconseje para evitar una crisis no tendrán carácter vinculante y podrán ser ignoradas por los Estados miembros.
El nuevo órgano estará formado por los gobernadores de los bancos centrales de los Veintisiete, así como por representantes de la Comisión y de las tres nuevas autoridades de supervisión que se crearán antes de final de año (bancaria, bursátil y de seguros).
Entre los riesgos que examinará el nuevo órgano destacan la solidez de la situación de los bancos, la aparición de burbujas o el buen funcionamiento de las infraestructuras del mercado. Una vez identificado el riesgo, el Consejo dirigirá una recomendación al país o grupo de países afectados. Pero esta recomendación no será de obligado cumplimiento, y a veces ni siquiera se hará pública. Eso sí, el país que decida no seguirla deberá justificar el motivo.
En un principio, Bruselas había previsto que fuera el presidente del Banco Central Europeo (BCE) el que presidiera el Consejo Europeo de Riesgos Sistémicos. Pero se han tenido en cuenta las preocupaciones de Reino Unido, que no forma parte de la eurozona, y finalmente serán los miembros de este órgano los que elijan a su presidente.
Según ha publicado la prensa europea, la vicepresidencia podría ocuparla el gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyng King, a cambio de que Reino Unido acepte en la presidencia al presidente del BCE, Jean-Claude Trichet.
El acuerdo sobre el Consejo Europeo de Riesgos Sistémicos está supeditado a que se logre un compromiso en diciembre sobre la creación de las tres autoridades de supervisión financiera, que tendrán poderes de mediación en caso de desacuerdo entre los supervisores nacionales. Este es el punto más conflictivo de la reforma y choca con las reticencias sobre todo de Reino Unido.