MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
Las amas de casa y los mayores de 55 años han irrumpido en el mercado laboral compitiendo con jóvenes e inmigrantes en la búsqueda de un puesto de trabajo, al tiempo que se ha producido una migración del sector de la construcción a la hostelería, según un informe de Adecco.
La empresa de trabajo temporal concreta que ya son cerca de 1,2 millones de hogares los que tienen a todos sus miembros en paro, lo que ha originado un incremento de más del 150% en el número de amas de casa que han decidido incorporarse al mercado laboral para obtener unos ingresos extra.
En la actualidad hay más de cuatro millones de amas de casa en situación de inactividad dedicadas a las labores del hogar, unas 500.000 menos que hace dos años. Si se tiene en cuenta que el número de mujeres que decidieron incorporarse al mercado laboral en este periodo fue de 611.200 personas, alrededor de 480.000 mujeres se encontrarían en la actualidad buscando trabajo.
El perfil de estas trabajadoras sería el de una mujer de entre 40 y 54 años, con hijos y estudios primarios. Actualmente, precisa Adecco, estas personas estarían siendo contratadas para puestos de acompañamiento escolar, telemarketing, degustación y promoción de productos en grandes superficies o recepcionistas.
LOS MAYORES DE 55 AÑOS.
Por otro lado, en el último trimestre de 2009 había 330.000 parados, de los que 142.000 llevaban más de dos o más años sin empleo. Según la empresa de trabajo temporal, su perfil es heterogéneo. Así, entre aquellos con una baja cualificación profesional, abundarían mujeres que han desempeñado labores de limpieza o de manipulación de alimentos.
En el caso de los hombres, predominarían aquéllos cuya trayectoria profesional se ha centrado en el sector logístico o en la construcción. Entre los demandantes de empleo con cualificación, los perfiles más comunes son los de comerciales o dependientas.
LOS JÓVENES CAMBIAN EL 'CHIP'.
La llegada de la crisis no sólo ha planteado a jóvenes e inmigrantes mayor competencia a la hora de buscar trabajo, sino que también les ha planteado la necesidad de ciertos cambios. En el caso de los jóvenes, que solían buscar empleos de manera puntual para poder pagarse sus gastos o financiar sus estudios, la crisis les ha obligado en muchos casos a aportar ingresos a la unidad familiar y, por ello, ahora tienen que optar por puestos de mayor duración.
En el caso de los inmigrantes, éste ha sido uno de los colectivos más afectados por la 'sangría' del desempleo, ya que en una gran parte estaban empleados en la construcción. De ahí que las demandas de empleo por parte de la población foránea hayan aumentado alrededor de un 60% con respecto a hace unos años. Además, estas personas cuentan con la dificultad añadida del idioma.