Fitch alerta en sendos informes de las dificultades que atraviesan la banca italiana y portuguesa
LONDRES, 20 (EUROPA PRESS)
Los títulos de la banca europea se desplomaban este jueves en los mercados ante las incertidumbres sobre si la cumbre de los líderes europeos del próximo domingo logrará aprobar una respuesta global para frenar la crisis de deuda de la eurozona, que incluye una recapitalización de la banca, a lo que se ha sumado dos informes de la agencia de calificación crediticia de Fitch sobre las negativas perspectivas para la banca italiana y portuguesa.
La incertidumbre se traducía al cierre de la sesión en un desplome generalizado de la banca italiana, con UniCredit bajando un 12,01% e Intesa SanPaolo cediendo un 9,81% al cierre de la Bolsa de Milán.
Asimismo, los principales bancos alemanes, Deutsche Bank (-5,47%) y Commerzbank (-2,88%), sufrieron también un severo correctivo, mientras que entre la banca francesa las caídas fueron incluso más acusadas, lideradas por Societe General (-7,63%), Credit Agricole (-6,67%) y BNP Paribas (-5,84%).
En el caso de los bancos españoles, BBVA y Santander cerraron con caídas del 4,93% y del 4,8%, respectivamente. A su vez, Banco Popular perdió un 4,77% y Banco de Sabadell, un 3,65%. Bankinter (-2,74%), Caixabank (-2,25%) y Bankia (-0,82%) también se sumaron a los recortes.
Por su parte, la banca británica no ha podido evitar el contagio y Lloyds perdía un 4,53%, seguido de Barclays (-4,15%) y de RBS (-3,43%).
DETERIORO DE LA PERSPECTIVA DE LA BANCA ITALIANA.
En un informe, Fitch señala que su perspectiva para los mayores bancos italianos es “negativa”, ya que se ha deteriorado “de forma significativa”. “Al mismo tiempo, la incertidumbre sobre la resolución de la crisis de la eurozona supone significativos riesgos a la baja para los bancos italianos, cuyos costes de financiación están ligados a los diferenciales de la deuda pública”, señala.
En este sentido, incide que en que esta incertidumbre afecta en especial a los bancos italianos, porque el mercado permanece centrado en la situación de Italia, y agrega que no espera una “resolución rápida” de los complejos problemas subyacentes.
Los cincos bancos analizados en este informe, UniCredit, Intesa Sanpaolo y Banca Monte dei Paschi di Siena ('BBB+') y Banco Popolare y Unione di Banche Italiane - UBI Banca ('A-'), tienen actualmente perspectiva 'negativa' y, según la agencia, una mejora significativa en su rentabilidad operativa es clave para que ésta pueda cambiar a 'estable'.
En su opinión, esto requerirá una normalización de los costes de financiación hasta niveles sostenibles, así como mejoras en el comportamiento de la economía italiana. Además, remarca que es improbable que desciendan en el corto plazo los cargos por impagos de préstamos, pero cree que ayudará a su situación los esfuerzos para reducir los costes.
En este sentido, espera que las cinco entidades, que emitieron bonos por valor de 90.000 millones de euros en la primera mitad del año, puedan captar financiación suficiente en las complicadas condiciones de mercado utilizando emisiones a través de su red de sucursales, pero advierte de que si los costes siguen en sus niveles actuales, les será dificil compensarlos con incrementos en los precios de sus préstamos y sus servicios.
LA BANCA PORTUGUESA, “VULNERABLE”.
Por otro lado, en otro informe similar, Fitch señala que las principales entidades portuguesas siguen siendo “vulnerables” a los problemas soberanos y cree que la recesión de dos años prevista en Portugal, la falta de acceso a los mercados de financiación mayoristas y las incertidumbres sobre cómo la eurozona resolverá sus problemas tendrán consecuencias en la fortaleza financiera en el corto plazo y en las perspectivas a largo plazo.
Así, señala que las mayores entidades lusas están “altamente expuestas” a la economía portuguesa, que espera se contraiga un 2% en 2011 y 2012, y los riesgos derivados de su elevada exposición a la deuda soberana de Portugal aumentan en la medida que crece el potencial contagio de los problemas en los países periféricos.
En esta línea, cree que los bancos seguirá haciendo uso de la facilidad de liquidez del Banco Central Europeo (BCE) para cumplir con los vencimientos de su deuda de finales de 2011 y 2012, aunque han logrado apalancar y atraer más depósitos en la primera mitad del año.
Sin embargo, cree que serán necesarias nuevas mejoras en algunas entidades, e incluso su recapitalización en 2012, pese a que la agencia cree que cumplirán con el objetivo de alcanzar a finales de 2011 un capital principal 'Tier 1' del 9% sin ayuda pública.