El BCE no descarta subir los tipos de interés contra la inflación y la Fed insinúa una bajada

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, advirtió este jueves de que la entidad está dispuesta a actuar preventivamente contra las presiones inflacionistas, lo que significa que podría subir los tipos de interés. Previamente el consejo de gobierno del BCE había decidido mantener las tasas de la zona del euro en el 4%.

En la rueda de prensa posterior a la reunión, Trichet se expresó con dureza respecto a las presiones al alza sobre los precios y dijo que el banco europeo está “dispuesto a actuar preventivamente para que no se materialicen los riesgos para la estabilidad de precios y los efectos de segunda vuelta”, es decir, para que la elevada inflación no se transforme en subidas salariales e incrementos de los precios. Pese al duro tono de las declaraciones del presidente del BCE, los expertos descartan que la entidad vaya a restringir su política monetaria en los próximos meses.

Trichet explicó que la decisión de dejar el precio del dinero en el 4% se tomó por consenso pero que el máximo órgano ejecutivo del BCE también discutió un incremento. Una subida de las tasas contribuiría a frenar la inflación de la zona del euro, que en diciembre se situó en el 3,1%, pero el BCE carece actualmente de margen de maniobra ya que la crisis financiera, que ha encarecido los créditos, podría perjudicar el crecimiento económico.

En este sentido, el analista de Commerzbank Michael Schubert consideró que “el consejo de gobierno del BCE sigue ladrando pero no va a morder”.

“Alta incertidumbre para la coyuntura”

Trichet dijo que el BCE no tolerará que la elevada inflación actual, por el encarecimiento del petróleo y de algunos alimentos, cree efectos de segunda vuelta.

El banco central tiene que dejar claro inequívocamente que hará frente a una situación así, “incluso, cuando la incertidumbre para la coyuntura es alto”, según Commerzbank. Por ello la dureza del tono empleado por Trichet es mucho menos decisivo para las próximas decisiones sobre los tipos de interés que nuevas informaciones sobre la actividad económica y la inflación, consideró Schubert.

El comité de política monetaria del Banco de Inglaterra también dejó inalterados los tipos de interés en el 5,5%, tras haberlos bajado en diciembre por primera vez en dos años. Por su parte, los mercados financieros prevén que la Reserva Federal estadounidense (Fed) recortará de nuevo las tasas, actualmente en el 4,25%, en su reunión de finales de enero para hacer frente al debilitamiento económico que puede crear la crisis financiera actual.

El BCE interrumpió la restricción de su política monetaria el pasado año tras el surgimiento de la crisis de crédito, por la escasez de liquidez que ha generado el impago de las hipotecas de alto riesgo estadounidense (subprime). La escasez de liquidez en los mercados de dinero ha disparado los tipos de interés interbancarios, lo que tiene un efecto similar a si el BCE subiera su tasa rectora.

Trichet anunció también una nueva inyección de liquidez en dólares conjunta con la Reserva Federal estadounidense (Fed) para el mes de enero, que será similar a la ejecutada en diciembre. Pese a no bajar las tasas, el banco europeo ha combatido la escasez de efectivo con numerosas inyecciones de liquidez extraordinarias, una de ellas conjunta con otros cuatro bancos centrales.

Los expertos del banco de inversión JP Morgan destacaron que en la rueda de prensa Trichet mencionó más veces que en diciembre los riesgos a la baja para el crecimiento y menos los riesgos al alza para la estabilidad de precios, si bien la preocupación sobre la inflación es muy fuerte.

“Aflojamiento adicional de la política monetaria”

Por su parte, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, preocupado por los nubarrones sobre la economía de EEUU, indicó este jkueves que podrían ser necesarias nuevos recortes de las tasas de interés, lo que provocó una alza en las bolsas y la caída del dólar.

“Puede que sea necesario un aflojamiento adicional de la política monetaria”, dijo Bernanke en una alocución ante grupos empresariales en Washington. La Reserva Federal “está lista para tomar medidas sustantivas en apoyo del crecimiento económico”.

El anuncio tuvo un impacto inmediato en la bolsa de Wall Street, que recibió de buen grado el anuncio de un nuevo abaratamiento en el precio del dinero. En el mercado de futuros de la Bolsa de Chicago, subieron del 76 al 88%las apuestas de que, en la reunión del 30 de enero, la Reserva bajará en medio punto la tasa de interés interbancario de corto plazo.

Por su lado, la cotización del dólar estadounidense cayó frente a las monedas de sus principales socios. En Nueva York, el dólar bajó el 0,8% frente al euro y un 0,5% frente al yen.

“Desde el verano pasado los mercados financieros de Estados Unidos y en otros países industrializados han estado bajo presiones considerables”, afirmó Bernanke en su discurso. “Las turbulencias han afectado las perspectivas de la economía en general, principalmente por sus efectos en la disponibilidad y los términos del crédito a los hogares y las empresas”, añadió.

Bernanke dijo que la Reserva Federal ha visto señales de que los bancos están restringiendo los préstamos a los consumidores y las empresas como resultado de las turbulencias en los mercados financieros. El Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal, que maneja la política monetaria, permitió una reducción de medio punto porcentual en la tasa de interés en septiembre, y aprobó dos reducciones, cada una de un cuarto de punto porcentual en octubre y diciembre.

Las medidas apuntaron a restablecer la calma y proveer liquidez en los mercados financieros, donde miles de millones de dólares siguen esfumándose desde que culminó el ciclo de especulación en el sector inmobiliario a finales de 2005. La Reserva Federal maneja la política monetaria aflojando y restringiendo el dinero en circulación y con subastas o compras de bonos, todo ello con el propósito de contener la inflación sin asfixiar el crecimiento de la economía.

La tasa de interés bancario de corto plazo, la que más afecta a los consumidores, cuyo gasto equivale al 67% del Producto Interior Bruto (PIB) de EEUU, está actualmente en el 4,25% y es la más baja desde diciembre de 2005. En mayo de 2006 la tasa había subido al 5%, la más alta desde marzo de 2001.

Bernanke describió un panorama económico que se ha deteriorado debido a la depresión del mercado inmobiliario, los altos precios de la energía, la volatilidad de los mercados financieros y una tasa de desempleo que en diciembre subió dos décimas y se ubicó en el 5%. Bernanke añadió que, a pesar de los esfuerzos de la Reserva Federal y los bancos centrales de otros países, los mercados financieros globales siguen flojos y corren el riesgo de sufrir mayores dificultades.

“En conjunto y a pesar de mejorías en algunas áreas, la situación financiera sigue siendo frágil y muchos mercados de fondos permanecen débiles”, señaló. Bernanke apuntó que “la información más reciente sugiere que el panorama básico de la actividad económica real en 2008 ha empeorado y se han hecho más pronunciados los riesgos para el crecimiento”.