Bruselas prevé que España decrezca un 1,4% en 2013

BRUSELAS, 7 (EUROPA PRESS)

La Comisión Europea prevé que la economía española decrezca un 1,4% este año y un 1,4% adicional en 2013 -frente a la contracción del 0,5% que calcula el Gobierno- debido al aumento del paro, que llegará al 26,2% el año que viene; el desendeudamiento del sector privado; las medidas de ajuste presupuestario y la restricción del crédito.

Sólo en 2014 se producirá una “mejora gradual” de la economía, con un crecimiento del 0,8%. Pero el paro se mantendrá ese año en el 26,1%.

En sus previsiones económicas de otoño publicadas este miércoles, el Ejecutivo comunitario vaticina que España incumplirá los objetivos de reducción de déficit pactados con la UE los próximos tres años.

En este marco, el vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha pedido este miércoles a España que concrete las medidas de ajuste presupuestario que pretende aplicar en 2014 para cumplir los objetivos de déficit pactados con la UE.

Según las previsiones de otoño de Bruselas, el déficit de España se situará en 2014 en el 6,4% del PIB, “muy por encima” del objetivo del 2,8% pactado por la UE, según ha admitido Rehn.

“Hemos animado a España a concretar pronto sus medidas de consolidación fiscal para 2014”, ha dicho el vicepresidente de Asuntos Económicos. Rehn transmitió este mensaje al ministro de Economía, Luis de Guindos, el pasado lunes en una reunión mantenida en México en el marco del G-20.

Por lo que se refiere a 2012 y 2013, años en los que España incumplirá también los objetivos de déficit, el responsable comunitario ha explicado que sus servicios están analizado si el Gobierno ha adoptado “medidas eficaces” para recortar el déficit, y ha dicho que tendrá en cuenta la reducción estructural más que los objetivos nominales.

EL DÉFICIT, EN EL 8% DEL PIB ESTE AÑO.

Pese a las medidas de ajuste aprobadas por el Gobierno de Mariano Rajoy y las comunidades autónomas, el déficit se situará este año en el 8% del PIB -el 7% si se descuentan las ayudas a la banca-, lejos del objetivo del 6,3%. Para el año que viene, Bruselas calcula un déficit del 6% (en lugar del 4,5%), mientras que en 2014 volverá a subir hasta el 6,4% (en lugar del 2,8%) debido a que caduca la subida del IRPF.

La Comisión denuncia que “la consolidación fiscal apenas ha avanzado durante los primeros ocho meses de 2012” y que la caída de ingresos, el pago de los intereses de la deuda y el aumento de transferencias sociales “casi contrarrestan” los ahorros logrados con los recortes.

Para los meses finales del año, el Ejecutivo comunitario sí espera una mayor consolidación fiscal gracias a la entrada en vigor de la subida del IVA y de los recortes aprobados en las comunidades autónomas. En 2013, las medidas previstas en los presupuestos y en los planes regionales sólo permitirán una rebaja del déficit del 1% del PIB.

En 2014 -año en que vence el plazo que la UE ha dado a España para situar su déficit por debajo del 3%- la expiración de la subida del IRPF aprobada por Rajoy el pasado diciembre “prácticamente contrarrestará la consolidación prevista incluida en el plan presupuestario 2013-2014”. Además, Bruselas avisa de riesgos a la baja porque todavía se desconoce cuánto dinero necesita la banca y porque podría haber una mayor caída de ingresos.

Los fuertes déficits públicos, la contracción del PIB y el aumento de los costes de financiación del Estado provocarán que el nivel de deuda se dispare desde el 69,3% en 2011 al 86,1% este año, el 92,7% en 2013 y el 97,1% en 2014.

SE SEGUIRÁ DESTRUYENDO EMPLEO

El Ejecutivo comunitario elogia la reforma laboral por introducir una mayor flexibilidad pero avisa de que “debido a la actual debilidad de la economía española y al relativamente corto periodo desde su entrada en vigor, puede costar algún tiempo antes de que sus primeros efectos positivos se manifiesten”. La tasa de paro se situará de media en el 25,1% este año, en el 26,6% en 2013 y sólo bajará hasta el 26,1% en 2014.

“Hasta ahora, el ajuste en el empleo continúa llevándose a cabo a través de la reducción del número de trabajadores más que recortando las horas trabajadas”, señala Bruselas. Además, “está afectando ahora al empleo fijo tanto como al temporal” y “a todas las ramas de actividad” y aumenta el paro de larga duración, que ya supone el 50%.

Tanto el consumo privado como la inversión seguirán cayendo este año y el que viene debido al alto paro, las malas perspectivas económicas y el proceso de desendeudamiento. El ajuste en los precios de la vivienda (que acumula un 28% en términos reales y un 36% en términos reales desde su pico en 2007) proseguirá “debido a que queda un gran número de casas no vendidas”.

La inflación se mantendrá alta al menos hasta finales de 2013 debido al impacto de los precios de la energía, la subida del IVA, el copago farmacéutico y el aumento de las tasas universitarias. Bruselas prevé de media una inflación del 2,5% este año, el 2,1% en 2013 y el 1,3% en 2014.

El único factor positivo que recogen las previsiones de Bruselas es el crecimiento de las exportaciones que “seguirá sólido y aumentará de ritmo tras un 2012 algo más débil”. España seguirá aumentando su cuota de mercado mundial y logrará un superávit en su balanza comercial ya en 2012. El déficit por cuenta corriente podría así corregirse el año que viene, aunque la Comisión alerta de que la dependencia energética y los intereses de la deuda amenazan esta perspectiva.

RESCATE

El Ejecutivo comunitario cree que el rescate bancario de hasta 100.000 millones de euros concedido por la UE tendrá “un impacto positivo en la estabilidad del sector financiero en España”. “No obstante, a corto plazo el necesario ajuste en los flujos de crédito tras el estallido de la burbuja del sector de la construcción mantendrá limitados los flujos de crédito a la economía real, contribuyendo a la debilidad del consumo privado y la inversión”, admite.

Por lo que se refiere a la crisis de deuda, Bruselas dice que el anuncio por parte del Banco Central Europeo (BCE) de su nuevo programa de compra de deuda ha reducido la presión sobre España. Pero “la incertidumbre se mantiene elevada y las condiciones de financiación están sometidas a una tensión considerable”.