MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El consejo de Caja Madrid nombró este jueves por unanimidad presidente de la entidad a Rodrigo Rato, en sustitución de Miguel Blesa, informó la entidad.
Asimismo, el órgano rector de la caja madrileña nombró vicepresidentes a José Manuel Fernández Norniella, José Antonio Moral Santín y Virgilio Zapatero Gómez.
El nuevo presidente de Caja Madrid, ex gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y vicepresidente y ministro de Economía durante el Gobierno de José María Aznar, renunció a sus cargos como consejero en los bancos Santander y Lazard y en Criteria para incorporarse a la entidad madrileña.
Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y en Administración de Empresas por la de Berkeley (Estados Unidos), Rodrigo Rato nació en Madrid el 18 de marzo de 1949.
Rato recibe el testigo al frente de Caja Madrid de la mano de Miguel Blesa, que ha liderado durante trece años la presidencia de la entidad, a la que se incorporó hace más de 20 años tras su paso por el Ministerio de Economía y Hacienda desde 1978 a 1986, donde ocupó la Subdirección General de Estudios y Coordinación y la jefatura del Servicio de Tributos de las Comunidades Autónomas, entre otros puestos.
Nacido en Linares (Jaén) en 1947, inspector financiero y tributario del Estado y especialista en esta rama del Derecho, Blesa
es vicepresidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), vicepresidente de Iberia y miembro del consejo de administración de FCC.
Rato asume el volante de la caja madrileña justo el día en que Bruselas da el espaldarazo al inicio de la reorganización del mapa financiero en España con la aprobación del Fondo de de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), ideado para reforzar la solvencia de entidades y facilitar las fusiones de entidades con recursos públicos.
Gobierno, organismos internacionales, banqueros y expertos destacan que el proceso para cambiar el mapa financiero se centrará fundamentalmente en las cajas de ahorros, que tendrán que acelerar sus procesos de integración, ya que el plazo de autorización del FROB se extiende hasta el 30 de junio de 2010.
Caja Madrid figura desde hace meses en las quinielas para participar en este proceso, y su liderazgo en una fusión con Caixa Galicia y la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) es una de las operaciones que ha sonado más veces.
El hasta hoy presidente de la caja Miguel Blesa afirmó en la presentación de resultados anuales del pasado 19 de diciembre que la entidad debe estar necesariamente en el proceso de reestructuración del sector financiero y que su fusión con 'la Caixa' habría sido una operación magnífica.
En su despedida con los medios de comunicación, Blesa señaló que pese a haber hecho un importante análisis sobre las posibles fusiones en las que podría participar la caja madrileña ya no le corresponde decidir, si bien insistió en que aún no se ha perdido la oportunidad de fusión.
RETOS
Además del previsible papel que desempeñará Caja Madrid en la reestructuración financiera, según los expertos, Rato se enfrenta a otros retos al frente de la caja, que en la actualidad cuenta con una morosidad del 5,4% y vislumbra un difícil escenario económico en 2010, al igual que el resto de entidades españolas.
En sus trece años en la presidencia, Blesa impulsó la internacionalización de Caja Madrid, tanto a través de la reciente compra del banco estadounidense City National Bank of Florida, como de la apertura de oficinas en Centroeuropa, al tiempo que mantuvo el enfoque en el cliente, hasta alcanzar una histórica cuota de crédito a la clientela del 6,88%.
Junto a la fusión con otra entidad financiera sólida, la salida a Bolsa de la Corporación Cibeles era uno de los proyectos que Blesa tenía en mente durante su presidencia, pero que quedó necesariamente pospuesto por las turbulencias que azotaron a los mercados bursátiles desde mediados de 2007.
Rato hereda de Blesa una entidad financiera vertebrada por 15.259 trabajadores y 2.179 oficinas, que cuenta con activos totales por importe de 191.904 millones de euros y con fondos propios por 10.268 millones de euros, según los datos disponibles a 30 de diciembre de 2009.
Caja Madrid obtuvo un beneficio atribuido de 265,8 millones de euros en 2009, lo que supone un descenso del 68,4% respecto a los 840,4 millones del ejercicio anterior por mayores provisiones y menores atípicos. La entidad dotó con 650 millones la partida de provisiones cautelares, y su fondo de insolvencias genérico que supera los 900 millones.
En conjunto, las dotaciones por deterioro de activos financieros y a provisiones totalian 1.377 millones de euros del resultado de la actividad de explotación, de los que 484 millones corresponden a dotaciones a provisiones de insolvencias cautelares que anticipan potenciales necesidades futuras.
A la vez, la caja consolidó sus niveles de solvencia, con un 'core capital' del 6,8% y de un Tier I en el 8,8%. El beneficio recurrente del grupo ascendió en 2009 a 1.020 millones antes de impuestos, totalizando 725 millones de beneficio atribuido.