El presidente del comité de empresa de Tacisa, Juan Plasencia, denunció este viernes que la multinacional Japan Tobacco International (JTI) tiene previsto despedir 271 trabajadores, las tres cuartas partes de la plantilla de su fábrica Tacisa en Santa Cruz de Tenerife.
Juan Plasencia indica en un comunicado que la producción de cigarrillos no ha caído para justificar el cierre de la empresa, ya que, añade, si se despide a 271 trabajadores quedarían 40, que serían trasladados a otra fábrica de la multinacional.
La asamblea de trabajadores ha expresado su oposición al cierre de la planta y al despido de su plantilla, ya que la empresa ni registra pérdidas valorables, ni le falta volumen de trabajo, ni tiene su capacidad productiva ociosa, asegura Juan Plasencia.
Según el presidente del comité de empresa, el proyecto de reducción de empleo afecta directamente a 125 trabajadores y a otros 146 de empresas auxiliares que trabajan para Tacisa.
La decisión de la empresa, a juicio de Juan Plasencia, representa el “más duro e injustificado golpe” de los últimos años a un sector que el Parlamento canario ha declarado estratégico para el futuro industrial de Canarias.
El proyecto de cierre de la planta Tacisa no tiene nada que ver con los procesos de cierre de empresas y expedientes de regulación de empleo que “ahora se prodigan” en Canarias y en el resto de España, amparados en caídas o reducciones drásticas de producción, insiste Juan Plasencia.
Y explica que es un hecho objetivo que las marcas fabricadas por Tacisa (Marlboro sobre todo) no han perdido mercado sino todo lo contrario.
JTI compró el pasado año la multinacional inglesa Gallaher
JTI compró el año pasado la multinacional inglesa Gallaher que, a su vez, había comprado en 2006 las fábricas tinerfeñas de Cita y Tacisa, propiedad entonces, mitad a mitad, de un grupo familiar tinerfeño vinculado a la familia Zamorano y de Altadis, la antigua empresa pública Tabacalera.
Juan Plasencia señala que la compra de estas dos plantas -las mayores actualmente de la histórica industria tabaquera isleña- se formalizó por aproximadamente 450 millones de euros (8.500 millones de pesetas), después de que Cita-Altadis hubieran vendido el patrimonio más importante de Tacisa, unos almacenes en el polígono de Güímar (Tenerife), por 35 millones de euros.
Una acción esta última que, afirma Juan Plasencia, fue ocultada al comité de empresa.
La representación de los trabajadores se opuso a que ese patrimonio histórico de la empresa se enajenara, ya que constituía la garantía más sólida para su futuro, desde que en 1994 la multinacional Philip Morris cediese el 50% de las acciones de Tacisa a la Empresa Cita “por una sola peseta, a pesar de que sus activos (como se ha demostrado con la venta de los locales de Güímar) eran muy considerables”, concluye Plasencia.