El conflicto laboral en el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) se enquista. Los representantes de los trabajadores de esta empresa pública dedicada a la Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) en el Archipiélago han rechazado la última propuesta que les ha trasladado la dirección para rebajar el déficit de la sociedad, cuantificado en 810.000 euros. La nueva oferta lanzada por la gerencia contempla una reducción salarial del 10,3% para sus 149 empleados en 2016 y de un 4,7% en 2017, unas cifras que apenas varían con respecto a la anterior proposición, que planteaba una disminución del 11% en el presente ejercicio (frente al 14% proyectado en un principio) y del 5% el próximo año.
“No nos dan más margen, la negociación ha llegado a un nivel de agotamiento”, ha reconocido a este periódico Antonio Ortegón, presidente del Comité de Empresa. Tras el fracaso de la última reunión de mediación con el gerente del ITC, Gabriel Megías, celebrada este jueves en el Tribunal Laboral Canario, los representantes de los trabajadores han convocado una asamblea para el próximo lunes en la que propondrán a la plantilla retomar las concentraciones de protesta y la huelga suspendida el 26 de enero, trece días después de que comenzaran los paros diarios.
El personal del instituto decidió dar una tregua al Gobierno regional para poder negociar sin presiones después de que el consejero de Industria, Pedro Ortega, alejara el fantasma de los despidos inminentes y asegurara que su departamento no tenía previsto aplicar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en una empresa que se ha movido en los últimos años en el filo del alambre. Ya en 2013 sorteó una delicada situación económica que lo situó al borde del desmantelamiento. Con un déficit de 1,3 millones de euros, los trabajadores del ITC aceptaron entonces una reducción salarial del 14% que evitó el ERE que planeaba sobre la sociedad y le permitió ahorrar 1,67 millones de euros en dos años. A ello se le sumó la subvención de medio millón de euros aprobada por el Cabildo de Gran Canaria para contribuir al sostenimiento de un centro puntero en ámbitos como la desalación de aguas con energías renovables, la biotecnología o la ingeniería biomédica.
Para Antonio Ortegón, la nueva propuesta de la dirección del ITC no garantiza el empleo ni la viabilidad de la empresa. “Es un intento de cubrir el expediente, mantiene la postura cerrada de seguir recortando salarios y ni siquiera asegura que se puedan cubrir los gastos de explotación y los salarios, un mínimo oxígeno para sostener la actividad”, resume el miembro del comité de huelga, que remarca la necesidad de que los presupuestos de la Comunidad Autónoma reserven “una financiación suficiente” al instituto y que se abran nuevas vías para aumentar los ingresos.
Aunque la partida para este año se incrementó en 700.000 euros, el ITC perdió 150.000 en el trámite de enmiendas parlamentarias, después de que los socios de Gobierno (CC y PSOE) decidieran detraer esa cantidad de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (ACIISI), para quien la empresa pública ejecuta numerosos trabajos y encomiendas de gestión, y destinarla a la financiación del mercado agrícola de Cuatro Caminos, en Guía. Según los representantes de los trabajadores, Ortega se comprometió a restituir esos 150.000 euros, pero hasta la fecha sólo ha podido conseguir 80.000 y trabaja para obtener “otros 10.000 más”.
El personal del ITC ha planteado a la empresa abrir otras vías de financiación. Los empleados se han ofrecido para desarrollar actividades de formación especializada para el Servicio Canario de Empleo o para ejercer como inspectores de máquinas recreativas. “Tenemos el instrumental, estamos preparados para hacer este trabajo y el Gobierno está obligado a controlar el sector”, asevera Ortegón, que cuestiona la previsión de déficit que maneja la dirección. El presidente del Comité de Empresa no entiende que esta cantidad se haya incrementado de los 802.000 euros a los 810.000 en apenas unos meses a pesar de que el número de trabajadores ha descendido (de 156 a 149), lo que implica “una reducción de los costes salariales de 240.000 euros”, y de que entonces no se contemplaba la subvención de 500.000 euros del Cabildo de Gran Canaria.
Baile de cifras
Ortegón asegura que durante las negociaciones -se han celebrado más de una decena de reuniones- han asistido a un “baile de cifras” y que se han llegado a presentar mejoras de ingresos por un valor superior a los 410.000 euros y reducciones de más de 360.000 euros, pero también caídas de ingresos de 660.000 euros e incremento de otros costes por 120.000. A pesar de que la reducción salarial “no es la solución a los problemas de la empresa”, la propuesta del Comité de Empresa a la dirección también contempla un recorte del 4% en este concepto.
Sin embargo, el portavoz de la plantilla del ITC considera que no se trata de una cuestión de recursos monetarios, sino de “voluntad política”. En este sentido, exhorta al Gobierno regional a dedicar a un instituto “con más de veinte años de experiencia y que ha traído decenas de millones de euros de proyectos de la Unión Europea” parte de los 8 millones que ha destinado a partidas nuevas en I+D+i o un porcentaje de los fondos del IGTE reservados a investigación (un 5%, otros 8 millones). “Es indignante que la inversión para este año sea sólo de 318.750 euros, es necesario renovar el material de laboratorio, los equipos, que están obsoletos”, denuncia.
Para ilustrar la relevancia del ITC para impulsar el cambio de modelo productivo en las Islas, Ortegón destaca entre los trabajos más recientes del centro la redacción de la Estrategia Inteligente para Canarias, que puede atraer una inversión importante de la Unión Europea hacia el Archipìélago, o el desarrollo de la primera prótesis torácica personalizada y flexible del mundo, implantada con éxito a un paciente de un hospital de Asturias con cáncer de pulmón.