MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
La familia Ruiz-Mateos ha reconocido que la situación que están atravesando sus empresas ha provocado “retrasos puntuales” en el pago a inversores particulares que suscribieron alguna de las emisiones de pagarés o de participaciones lanzadas desde febrero de 2009, si bien está estudiando “diversas alternativas de solución”.
“Nueva Rumasa siempre ha venido cumpliendo escrupulosamente en plazo y forma tanto en el pago de intereses como sus respectivos principales, pero la situación actual ha provocado retrasos puntuales ante los que se están buscando las mejores soluciones”, indica el grupo familiar en un comunicado.
La compañía explica que la situación preconcursal en la que se encuentra una treintena de sociedades del holding “no exime del compromiso de pago a sus inversores”.
En este sentido, subraya que las medidas que ha puesto en marcha tienen el objetivo de “proteger y garantizar el pago de los intereses y del principal, garantizar los puestos de trabajo y el futuro de las compañías”.
MENSAJE TRANQUILIZADOR.
“Una vez más queremos transmitir un mensaje tranquilizador a las personas que han depositado su confianza y sus ahorros en las compañías del grupo Nueva Rumasa. Hemos dado nuestra palabra de que todos cobrarán y en esa labor estamos, esperando que en el menor plazo de tiempo podamos dar a conocer las soluciones alcanzadas”, agrega la familia.
Nueva Rumasa insiste en que su patrimonio está valorado en 5.900 millones de euros, mientras que su deuda bancaria asciende a 700 millones de euros, “lo que representa menos de un 12% del valor patrimonial”. Además, muestra su agradecimiento a aquellos inversores, empleados y otras personas que, según asegura, le están manifestando su apoyo.