WASHINGTON, 14 (Reuters/EP)
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha elaborado un presupuesto para el próximo ejercicio fiscal con el que pretende reducir el déficit en 1,1 billones de dólares (818.300 millones de euros) en los próximos diez años, impulsado principalmente por la reducción del gasto, que afectará a más de 200 programas federales.
Según los detalles del presupuesto ofrecidos por la Casa Blanca antes de su presentación oficial, el déficit aumentará en 2011 hasta 1,64 billones de dólares (1,22 billones de euros) para reducir después drásticamente hasta los 1,10 billones de dólares (818.300 millones de euros) en 2012.
Con este programa, Obama pretende reducir el déficit de Estados Unidos en 1,1 billones de dólares (818.300 millones de euros) durante los próximos diez años, con el objetivo de que descienda desde el 10,9% del Producto Interior Bruto (PIB) de este año, hasta el 3,2% en 2015.
Este presupuesto avivará aún más el enfrentamiento entre demócratas y republicanos, quienes reclaman un recorte presupuestario aún mayor. Los conservadores pretenden convertir las elecciones presidenciales de 2010 en un referéndum sobre las políticas fiscales.
Un funcionario de la Casa Blanca destacó que aunque hay diferencias entre ambos partidos, el Gobierno está “impaciente” por trabajar con los Republicanos para recortar el gasto y reducir el déficit. “El debate en Washington no es si recortar o gastar. Ambos estamos de acuerdo en que deberíamos recortar. Las cuestión es cómo recortamos y qué recortamos”, añadió.
RECORTE DEL GASTO.
Según la propuesta inicial, dos tercios de la reducción del déficit prevista por Obama procederán del recorte en el gasto y de una reducción estimada del pago de intereses a medida que vaya descendiendo el déficit, mientras que el resto del ahorro provendrá de unos mayores ingresos.
Como consecuencia de estas medidas, Obama podrá cumplir su promesa de reducir el déficit presupuestario a la mitad al final de actual mandato, que concluye en enero de 2013, en comparación con los niveles en los que se encontraba cuando accedió a la cosa blanca.
Para lograr este objetivo, Obama prevé congelar el gasto discrecional, excepto el relativo a seguridad, durante cinco años, lo que permitirá reducir el déficit en 400.000 millones de dólares (297.600 millones de euros) en los próximos diez años.
Esta promesa, que ya anunció el presidente de Estados Unidos en el último debate del Estado de la Unión, significa aplicar recortes en más de 200 programas federales, lo que ahorrará 33.000 millones de dólares (24.600 millones de euros) en el ejercicio fiscal 2012, que comienza el próximo 1 de octubre. Asimismo, todas las agencias federales verán reducido su presupuesto.
En concreto, el gasto en defensa se recortará en 78.000 millones de dólares (50.030 millones de euros) en los próximos cinco años, como se anunció previamente, y será un 5% más bajo en 2012 en comparación con el nivel previsto en 2011, gracias en gran parte a la retirada de las tropas de Irak.
“Creemos que este camino es un camino sostenible, que nos coloca en una posición desde la que podemos decir que en la segunda mitad de esta década, detendremos el incremento de nuestra deuda”, aseguró un funcionario de la administración estadounidense.