El presidente de la Confederación Canaria de Empresarios, Mario Rodríguez, advirtió este jueves en su último discurso navideño al frente de la institución de que el “intervencionismo desaforado” y la “burocracia inerte” de las administraciones públicas podrían llevar a “colapsos internos” de la economía y el retroceso de la inversión privada.
Aunque se esperaba austero y tranquilo, el discurso del presidente de la patronal de Las Palmas estuvo cargado de críticas, especialmente dirigidas al Gobierno de Canarias. Para el líder empresarial, al hecho de que disminuya la llegada de incentivos europeos en el periodo 2007-2013, algo que “nos sitúa en un momento de riesgo”, se añade “la posibilidad de colapsos internos que se pueden producir por el hundimiento grave de la inversión”.
Por primera vez, dijo Rodríguez, “las estadísticas nos avisan que las inversiones empresariales han sido cuestionadas y paralizadas en Canarias”. Al entender del líder patronal, “una legión de inconvenientes, desde leyes restrictivas a interpretaciones caprichosas, desde un intervencionismo desaforado de las administraciones públicas en los negocios de los particulares, a la burocracia inerte que aborta cualquier actividad, se pone a los pies del presunto inversor, que termina por retroceder y llevar sus capitales a los espacios en que su presencia tiene mejor acogida”.
Posteriormente, Rodríguez aludió a la moratoria y recordó que los empresarios fueron los primeros en abogar por el desarrollo sostenible, pero “no en manos de talibanes sino en manos de mentes lúcidas” que puedan resolver el equilibrio entre “las necesidades del hombre y la naturaleza”. Por ello, el presidente de la CCE añadió que “hay que decir sí al desarrollo sostenible”, pero también “sí a la inversión” y a los proyectos que “signifiquen una mejor satisfacción de las necesidades de pervivencia de los sectores productivos”.
En este sentido, Rodríguez dejó claro que “sin renovación pondremos en peligro” el turismo, pero recordó que la rehabilitación de las zonas obsoletas no llegará “sin nuevos planes de urbanismo”. Para el líder patronal, Canarias “no está aún en condiciones económicas para renovar la planta turística obsoleta mediante la demolición y nueva construcción”, ya que “ni está en nuestros esquemas mentales ni se dan los incentivos para emprender obras de esa envergadura”, y, por ello, abogó por los principios de “proporcionalidad, rentabilidad y eficacia en la aprobación y ejecución de los planes territoriales” competencia de los cabildos.
“Tenerife tampoco es inmune a la corrupción”El presidente de la CCE hizo también una alusión a los casos de corrupción destapados en Canarias y citó a Eolo, Faycán, y las dos primeras tramas destapadas en la isla capitalina occidental, que han servido para “enterarnos de que Tenerife tampoco es inmune a la corrupción”. A su juicio, “es imprescindible una regeneración ética” de la vida social y política de Canarias, ya que “urge desterrar usos y modos que conducen a la degradación de nuestros mejores valores”.
Rodríguez incluso se permitió la licencia de cuestionar la actitud de la prensa ante los casos de corrupción al considerar que los medios deberían “dignificar y ensalzar el ejemplo correcto” más que divulgar “el escándalo descarnado”, que no hace más que “trivializar lo execrable”. Por su parte, el dirigente empresarial sostuvo que “la mayoría de la clase empresarial es un ejemplo de comportamiento ético y cívico”, ya que “nos rodeamos de toda una legión de asesores que es garante de la limpieza de nuestros métodos”.
El presidente de la patronal basó también buena parte de su discurso en la participación del empresariado canario en diversas políticas como la educación y la formación profesional, la inmigración irregular o la planificación portuaria. “Las políticas para el tratamiento de la inmigración ilegal no se pueden hacer al margen de empresarios y sindicatos; ya tendrían que estar funcionando comisiones permanentes en las que fueran los empresarios quienes se manifestaran sobre sus límites y posibilidades para luego poner en marcha políticas eficaces de acogida o devolución a los países de origen”, argumentó.
El ya clásico navideño de la Confederación Canaria de Empresarios volvió a reunir a los principales empresarios y políticos del Archipiélago. El propio Mario Rodríguez afirmó en su discurso que la convocatoria de la CCE “ha dejado de ser una cita frívola para convertirse en el test de la unión y la fuerza del empresariado canario” y recordó que preside el almuerzo por última vez ante la convocatoria de elecciones en el primer semestre de 2007: “He optado por la denuncia y por la crueldad y la inconveniencia de decir la verdad, porque me sentiría frustrado, vendida mi alma por intereses coyunturales, y mis amigos dejarían de respetarme”.
A la cita, además del presidente del Gobierno, Adán Martín, acudieron la vicepresidenta María del Mar Julios, y las consejeras de Empleo, Marisa Zamora, e Industria, Marisa Tejedor. Acudió también el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, el presidente del Cabildo y líder del PP canario, José Manuel Soria, la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Pepa Luzardo, y los principales empresarios de la isla, entre los que se encontraban Ángel Ferrera, Eustasio López, Sergio Alonso, Germán Suárez, Juan Miguel Sanjuán o José Sánchez Rodríguez, entre otros.