La CEOE-Tenerife ha afirmado este miércoles que en cuatro años la presión fiscal ha subido un 60%.
Los empresarios indican que, según los datos de la administración tributaria canaria, la recaudación del bloque de financiación canario, que comprende el IGIC, el AIEM, y el Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte (Impuesto de Matriculación), ascendió en el periodo comprendido entre enero y junio de 2013, a 621.752.093,85 euros.
Esta cantidad supone, según la CEOE-Tenerife, un 40,53% más que en el mismo periodo de 2010 y unos 180 millones de euros más.
Añaden que en cuanto a la evolución presentada por el Producto Interior Bruto (PIB) de Canarias entre 2010 y 2013, y teniendo en cuenta las previsiones para este año, el incremento del PIB para este año es de un 0,73%, en torno a unos 280 millones de euros más.
La CEOE-Tenerife en un comunicado indica que estos datos reflejan que, de los 280 millones de euros más de PIB generados en estos últimos 4 años, unos 180 millones han sido absorbidos por el Gobierno de Canarias vía mayor recaudación, lo que pone de relieve, en su opinión, el ineficiente sistema de gasto de la Administración.
Añade que lo que resulta aún más preocupante de las cifras es que tan sólo reflejan los datos correspondientes a los recursos del REF y a estos habría que incorporarles, entre otros, los tributos propios, cedidos, y los tributos estatales, los correspondientes a las entidades locales y las tasas.
“Si los tuviésemos a todos en cuenta, estamos seguros de que prácticamente todo el incremento de la actividad económica generada en las islas ha sido absorbida por la Administración pública durante el primer semestre del año” añaden los empresarios en una nota.
Para los empresarios, la reducción del déficit público es vital para recuperar la confianza y la credibilidad económica.
Opinan que el equilibrio presupuestario contribuye al crecimiento económico e impide la acumulación de deuda pública, pero estiman que la vía tomada para lograr esa estabilidad presupuestaria no ha sido la adecuada, ya que la política fiscal y presupuestaria no debe de ser un obstáculo para el crecimiento económico.
La patronal tinerfeña opina que las sucesivas reformas fiscales adoptadas han estado dirigidas a garantizar el incremento de la recaudación, y lo que han hecho es incrementar la presión fiscal “hasta un nivel incompatible con la lucha por la competitividad de las empresas tan necesaria en este momento”.
“El aumento de la recaudación en un entorno de recesión económica no es viable, por lo que debemos redirigir nuestros esfuerzos presupuestarios a sentar las bases de un crecimiento económico estable y favorable para la actividad económica a través del cual se logrará de forma eficiente la consolidación fiscal” añade la nota empresarial.