El sector tomatero de las Islas expresó este martes su decepción tras la reunión celebrada este lunes con la ministra de Medio Ambiente, y del Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, a quien reprochan la falta de compromisos ante los problemas que le plantearon para combatir la crisis que atraviesa.
El portavoz de la Fedex, Roberto Góiriz, lamentó la postura de la ministra en defensa de Marruecos cuando la oficina anti fraude de la Unión Europea ha reconocido el incumplimiento marroquí del acuerdo de asociación, tras las denuncias que desde 2004 ha presentado el sector del tomate canario por vender productos por debajo de los precios señalados.
El sector reivindicó a la ministra la creación de un comité hispano marroquí que regule las exportaciones a los mercados europeos, señaló el portavoz de la Fedex (Federación de Asociaciones de Exportadores de Productos Hortofrutícolas de Las Palmas).
Así mismo, Góiriz criticó que la ministra atribuyera a problemas administrativos el retraso en el pago de las ayudas prometidas al transporte de mercancías y su falta de posicionamiento ante el nuevo programa Posei (especial por la insularidad), que fija por primera vez una partida de 28 millones de euros para mejorar el sector.
Dijo que el Posei aprobado la semana pasada tiene un carácter excepcional y es por un periodo de un año y su objetivo es mejorar las estructuras del sector, y tanto el Gobierno canario como el Central se deben poner de acuerdo sobre la ficha financiera.
Sin embargo, el portavoz de la Fedex señaló que la ministra “no se comprometió a nada” y advirtió que, si el 31 de diciembre “no hay plan” para reactivar el sector, el acuerdo alcanzado “no vale”.
Subrayó que el Posei aprobado ha sido un “éxito” porque ha contado con el apoyo de todos los países en el comité de gestión que lo aprobó.
Góiriz concluyó que, tras la reunión de este lunes con la ministra, el sector salió “peor de como entró”, porque en estos momentos precisa de “un mensaje de futuro y de optimismo” y “la moral quedó por los suelos”.
Confió en que Espinosa “recapacite”, si no quiere “desmantelar” un sector del que viven más de 20.000 personas en Canarias.