LONDRES, 2 (EUROPA PRESS)
Royal Bank of Scotland (RBS), controlado en un 82% por el Gobierno británico tras recibir un multimillonario rescate durante la crisis financiera, registró pérdidas por importe atribuido de 3.374 millones de libras esterlinas (4.217 millones de euros) en los nueve primeros meses del año, multiplicando así por diecisiete los 'números rojos' del mismo periodo de 2011, informó la entidad, que indicó que “ha retomado sus esfuerzos” para vender la red de oficinas a cuya adquisición renunció la filial británica del Santander.
Las pérdidas de la entidad escocesa se explican en gran medida por el impacto negativo de 4.429 millones de libras (5.536 millones de euros) derivado de la depreciación de la deuda del propio banco, así como por la provisión de 660 millones de libras (825 millones de euros) por la comercialización indebida de seguros de protección de pagos (PPI por su sigla en inglés).
La cifra de ingresos totales de RBS entre enero y septiembre sumó 19.707 millones de libras (24.634 millones de euros), un 3,9% por debajo del dato del año pasado, informó el banco, cuyos costes de personal disminuyeron un 5% tras recortar su plantilla en 9.000 efectivos en lo que va de año.
En el tercer trimestre del ejercicio, RBS registró pérdidas por importe neto atribuido de 1.384 millones de libras (1.730 millones de euros), en contraste con las ganancias de 1.226 millones de libras (1.532 millones de euros) del mismo periodo de 2011.
Entre julio y septiembre, la entidad destinó 400 millones de libras (500 millones de euros) a provisionar la comercialización de PPI, así como un impacto negativo de 1.455 millones de libras (2.622 millones de euros) por ajustes en el valor de su propia deuda.
“El plan quinquenal de reestructuración se encuentra en las últimas fases con aún mucho trabajo por hacer”, destacó Stephen Hester, consejero delegado de RBS, quien subrayó el “hito” que supone la decisión del banco de abandonar el 'paraguas' estatal el pasado mes de octubre, así como la colocación en bolsa de parte de Direct Line.
Por otro lado, la entidad escocesa expresó su vountad de “retomar sus esfuerzos” para llevar a cabo la venta de aproximadamente 300 sucursales en Inglaterra, Gales y Escocia después de la renuncia del Santander ante la previsible falta de cumplimiento de las condiciones a las que estaba sometido el acuerdo de la operación dentro del plazo acordado, fijado en febrero de 2013.
“Aunque esta decisión (la renuncia del Santander) fue decepcionante, gran parte del trabajo para la escisión de este rentable y bien asentado negocio ya se ha completado y RBS ha retomado sus esfuerzos para desinvertir en el negocio y cumplir las obligaciones impuestas por la Comisión”, indicó el banco.