El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aclaró este lunes que a finales de este año se aprobará la habitual revalorización de las pensiones si el IPC interanual del mes de noviembre es superior al 1%, que fue el incremento que se les aplicó con carácter general a principios de 2010.
En rueda de prensa después de la Cumbre UE-Mercosur celebrada en Madrid, Zapatero confirmó que, siguiendo el “modelo” habitual, “en función de la inflación de noviembre se revalorizará la pensión en el próximo año” con una paga en el mes de enero y la consolidación de esa compensación.
De este modo, se cumplirá lo previsto para el año 2010 y lo que no se aprobará será una nueva revalorización para 2011. El Gobierno tiene previsto aprobar el jueves las medidas de ajuste anunciadas el pasado miércoles por Zapatero pero aún no ha decidido si presentará todas las medidas en un solo decreto ley para someterlo a la convalidación del Parlamento o si optará por aprobar normas diferentes para cada medida, según informaron fuentes gubernamentales.
El jefe del Ejecutivo se mostró este lunes dispuesto a “dialogar con el PP” para sacar adelante esta medida de recorte de gasto, que ha sido la más criticada, pero manteniendo su posición de que es necesario “no incrementar” las pensiones en 2011, porque ese año será el de mayor esfuerzo de consolidación fiscal.
El presidente consideró “bastante incoherente” que el líder de la oposición, Mariano Rajoy, haya calificado los recortes de “improvisados” y a la vez de “insuficientes” pero se mostró dispuesto a emprender un diálogo “imprescindible” tanto con los grupos parlamentarios como con las comunidades autónomas.
Así, incidió en que para llevar a cabo el ajuste adicional de 15.000 millones de euros en 2010 y 2011 es necesario un “esfuerzo nacional” y recordó que el PP gobierna en “muchísimas” administraciones, locales y autonómicas que son responsables de una “parte importantísima” del gasto.
Los ciudadanos juzgarán también al PP
Por ello, llamó a los populares a mirar al “futuro del país”, no sólo a dos o tres años vista, y les advirtió de que “todos los partidos responsables, con responsabilidades de gobierno, tienen que comprometerse”. Zapatero se mostró convencido de que, si no lo hacen, a medio plazo “una gran mayoría de ciudadanos” opinará que “no han estado a la altura”.
No obstante, quiso reconocer la contribución de dirigentes de comunidades autónomas y ayuntamientos y partidos políticos que, al hilo del plan de ajuste del Gobierno, han empezado a anunciar rebajas de sus propios sueldos, “una contribución que tiene un valor ejemplar”. “Se ha desencadenado una muy buena iniciativa general en pro del ahorro estricto en todas las administraciones públicas, porque se puede ahorrar en las administraciones públicas, en todas. La cultura del ahorro tiene que ser fundamental”, añadió.
Zapatero se mostró convencido de que todas estas iniciativas han sido fruto del plan gubernamental que, reconoció, incluye “medidas duras” y “esfuerzos importantes” especialmente para los funcionarios públicos y, en 2011, para los pensionistas.
No obstante, insistió en que a ningún presidente del Gobierno le resulta fácil tomar medidas de este tipo, pero apuntó que ha intentado “acotar al máximo” el recorte en gasto social, y eso después de varios años de políticas sociales expansivas. Según dijo, de los 30.000 millones que se recortarán en 2010 y 2011, sólo un 10 por ciento es gasto social y el resto corresponde a gasto corriente, transferencias o inversiones.