La aportación de la economía agropesquera local al producto interior bruto (PIB) de Canarias, el regional, lleva estancada en un valor relativo del 1,2% durante los últimos tres años, los del trienio 2015-2017.
En ese periodo, que coincide con lo que se lleva de legislatura en la Comunidad Autónoma de Canarias, las actividades productivas vinculadas al campo y la pesca (más la silvicultura) en las islas no han perdido peso en el PIB regional, cuya aportación ya es muy reducida, pero tampoco lo han ganado en términos relativos, lo cual no deja de ser un resultado algo decepcionante.
El registro oficial canario contrasta con el panorama que dibujan los datos de Contabilidad Regional de España difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), por ejemplo, para el conjunto nacional. En este caso, la tendencia es al alza, con una aportación del mismo sector al PIB nacional del 2,6% en 2017, tras mejorar el nivel del 2,5% en los dos años precedentes, 2016 y 2015. En cambio, el valor relativo de las islas es 1,4 puntos inferior (2,6% en el país y 1,2% en Canarias, ambos para 2017) al español en lo referido a la contribución de las actividades agropesqueras a la generación de riqueza global de esas economías.
Canarias había cerrado el año 2014 con el 1,4% de su PIB regional concentrado en el sector agropesquero, lo que ha empeorado en dos décimas en los siguientes ejercicios, del 2015 a 2017. Ello ha ocurrido pese a los aumentos absolutos de riqueza detectados en el mismo sector para aquel trienio, mejoras que se han producido a ritmos más lentos que los crecimientos detectados en el PIB regional en esos mismos años.
El PIB agropesquero de Canarias se situó en 2017, el dato oficial más reciente, en 530 millones de euros, 16 millones más que el umbral con que cerró el año anterior, 2016, entonces en 514 millones. El sector primario creció a un ritmo del 2,2% en 2016 respecto al ejercicio precedente, 2015, mientras que la economía regional lo hizo al 3,8%. La mejoría en la generación de riqueza agraria y pesquera en el archipiélago fue del 3,1% en 2017 en relación con lo ocurrido en 2016. En cambio, el PIB regional experimentó en ese mismo intervalo un ascenso relativo del 4,1%, siempre según los valores oficiales que ha publicado el INE dentro de su Contabilidad Regional de España a precios corrientes.
En el histórico 2010-2017 (ocho años), la aportación más abultada del sector primario local a la economía canaria ha sido en 2011, con el 1,7% del PIB regional. Desde ese pico, se ha caído hasta el 1,2% en 2015, y desde este año el valor relativo reseñado se ha mantenido en todo el último trienio.
Si el análisis sobre la marcha de la economía agropesquera en las islas se realiza utilizando como base 100 el registro de 2010, se tiene que la generación de riqueza en ese sector se ha distanciado del citado umbral hasta llegar a los 71,1 puntos en 2015. De este año en adelante, la tendencia es de mejora, pero con una marcha ascendente a ritmo muy lento, con 75,5 puntos en 2016 y 78,6 el año pasado.
En la última sesión plenaria del Parlamento de Canarias en julio pasado, antes del inicio del periodo de vacaciones veraniego de 2018, el presidente del Gobierno autonómico, Fernando Clavijo, sostuvo que el PIB del sector primario había pasado de representar el 1,5% del PIB regional al 1,7% desde que este político de CC llegó al Ejecutivo autonómico, un avance que, según afirmó Clavijo, tenía que ver, entre otros factores, con las bondades de la Ley del Suelo, que se publicó en septiembre pasado y cuyas directrices agrarias aún no han sido aprobadas.
Los valores porcentuales defendidos por Clavijo en sede parlamentaria poco se parecen a los oficiales del INE, que demuestran, según lo recogido en el estudio de Contabilidad Regional de España a precios corrientes, que la aportación al PIB regional de las actividades agropesqueras está congelada desde 2015, con el 1,2% en los últimos ejercicios, nada más y nada menos que 0,5 puntos menos que el mejor dato desde 2010 (el 1,7% de 2011) y a 1,4 puntos de distancia del registro relativo español de 2017, en el 2,6% del PIB nacional, tras subir en relación con el año precedente en una décima de punto.
La participación de la economía agraria y pesquera de Canarias en el motor productivo regional no ha empeorado en los últimos tres años, pero tampoco se ha disparado como algunos gestores públicos habían previsto. Por ahora, de poco parece que han servido, al menos en esa condición, las iniciativas estrella de Clavijo para dar realce al campo y a la pesca locales: el programa para potenciar el autoabastecimiento Crecer juntos y los supuestos efectos positivos de la Ley del Suelo en la generación de actividad agraria.