Cerca de 385.000 personas necesitan con urgencia ayuda agrícola y para los medios de vida en el noreste de Nigeria, donde la inseguridad alimentaria es generalizada, según ha advertido la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Reanudar las actividades agrícolas en estas zonas es una prioridad absoluta para garantizar que la población pueda producir suficientes alimentos para su propio consumo. Esto incluye a las personas desplazadas dentro del país a causa del conflicto, así como a las comunidades que las han estado acogiendo.
“Estas personas necesitan ayuda urgente para recuperar sus medios de vida, basados fundamentalmente en la agricultura, la pesca y la acuicultura artesanal y la producción ganadera. Durante los últimos tres o cuatro años esto no ha sido posible debido al conflicto”, afirmó Bukar Tijani, Director General Adjunto de la FAO y Representante Regional para África.
Más de tres millones de personas se ven afectadas por la inseguridad alimentaria aguda en los estados de Borno, Yobe y Adamawa.
La FAO ha puesto en marcha una respuesta corporativa a gran escala para hacer frente a la crisis actual y necesita urgentemente doez millones de dólares (EE.UU) para suministrar semillas, fertilizantes y equipos de riego para la próxima temporada seca. Mientras tanto, la FAO prepara su respuesta para la temporada agrícola principal, para la cual se requieren aún más recursos.
“Este año, un amplio territorio que antes controlaba Boko Haram vuelve a ser accesible para la ayuda humanitaria, por lo que tenemos una oportunidad única para hacer frente a los niveles alarmantes de inseguridad alimentaria en el noreste de Nigeria”, señaló Tim Vaessen, responsable de la respuesta de emergencia de la FAO en Nigeria.
“Con los fondos recibidos hasta la fecha, la FAO ha mejorado la seguridad alimentaria de más de 123 000 personas, permitiéndoles cultivar sus propios alimentos durante la actual temporada de secano. Si bien esta ayuda es crucial, solamente llega a una pequeña parte de las personas necesitadas, yl a FAO está buscando fondos actualmente para contribuir a la producción de cultivos de regadío, la repoblación del ganado y tratamientos de sanidad animal, incluyendo el control de las enfermedades y los piensos complementarios, en las zonas recientemente liberadas”, añadió.
Presión sobre las comunidades rurales que acogen a los desplazados
A causa de los combates en el noreste de Nigeria se han perdido tres temporadas consecutivas de siembra. Por otra parte, el gran flujo de personas que ha huido de los constantes ataques de Boko Haram ha ejercido una enorme presión sobre las comunidades de acogida, ya de por sí pobres y vulnerables, y sobre sus frágiles medios de vida agrícolas y pastoriles, agravando la ya precaria situación de seguridad alimentaria y nutricional.
Si no se consigue reconstruir la economía rural, escasearán las oportunidades laborales y posiblemente habrá consecuencias perjudiciales como la radicalización de la juventud y su incorporación a grupos armados, que provocaría un conflicto civil permanente.
Por el contrario, reanudar la producción alimentaria en las zonas nuevamente accesiblesc onlleva el beneficio añadido de animar a la población desplazada a regresar a su hogar y contribuir al mismo tiempo a la mejora de su salud y nutrición.