Un proyecto de investigación desarrollado entre las universidades de Córdoba, Abdell Maleck Esaadi de Tánger y el L'Institute Nationale pour la Recherche Agricole (INRA) de Marruecos ha llevado a cabo la mayor caracterización genética entre razas de cabras a ambos lados del Mediterráneo y recoge que las canarias son las más separadas genéticamente.
Según ha indicado la Fundación Descubre en una nota, los resultados del estudio han desvelado que existe una clara diferenciación entre la población marroquí y la mayor parte de las razas de cabras españolas.
El equipo de investigación ha alcanzado esta conclusión tras llevar a cabo una caracterización de genes neutros a la selección, y tras la búsqueda de posibles ecotipos o variedades ligadas a distintas localizaciones geográficas.
La investigadora del proyecto Evangelina Rodero ha indicado que “se seleccionaron, muestrearon y analizaron doce razas de cabras españolas de las regiones más cercanas a Marruecos (centro-sur de la Península ibérica y Canarias) con una población de caprinos no identificados del norte de Marruecos”.
“Se comparó la variación genética (del ADN de microsatélites) de las doce razas caprinas y se analizaron las relaciones filogenéticas entre las razas y poblaciones, identificando también la variabilidad genética dentro de cada grupo detectando las posibles fragmentaciones o subdivisiones”, ha explicado.
Durante el estudio se han examinado las razas Blanca Andaluza, Blanca Celtibérica, Florida, Malagueña, Agrupación de las Mesetas, Negra Serrana, Payoya, Verata, Murciano-Granadina, Palmera, Majorera y Tinerfeña.
“Las coincidencias en la ubicación geográfica y las estructuras genéticas sugirieron que pudo haber ocurrido, recientemente o hace mucho tiempo, una ancestralidad común o flujo genético entre la Península ibérica y el norte de África”, ha señalado Rodero.
Los resultados muestran que las razas más próximas genéticamente a las cabras del norte de Marruecos son la Payoya (sierras de Grazalema y Cádiz) y la Malagueña. Sin embargo, las razas canarias han demostrado ser las más separadas y diferenciadas del resto.
“No se había realizado con anterioridad en las cabras marroquíes con un número de razas españolas tan completo ni con un número de marcadores del tipo microsatélites de ADN tan amplio. No ha quedado sin incluir ninguna raza española de la posible zona de influencia”, ha matizado Rodero.
El proyecto partía de la hipótesis de que en el norte de Marruecos existía una población singular, diferente, pero con características suficientes como para ser identificada como un recurso genético significativo.
El objetivo principal consistía en conocer la diversidad genética de las razas caprinas actuales para deducir relaciones genéticas recientes o pasadas e intentar determinar cuáles de las razas españolas podrían estar más relacionadas con las marroquíes.
En el estudio también se pone de manifiesto la situación actual del ganado caprino en el norte de Marruecos, donde se ubica el 12,6 por ciento del total del censo caprino bajo sistemas de producción extensivos, con un papel predominante en la economía familiar y, según la doctora Rodero, con una deficiente organización de la planificación de la mejora genética para la obtención de leche de cabra.
“Esto -ha recalcado la investigadora- ha favorecido el cruzamiento indiscriminado con otras razas de cabras foráneas, por lo que en la actualidad es difícil identificar razas bien diferenciadas en esa zona”. Los datos obtenidos en esta investigación resultan susceptibles de aplicación en otras razas de cabras marroquíes.
El estudio titulado Exploring the genetic diversity and relationships between Spanish and Moroccan goats using microsatellite markers, publicado en la revista Small Ruminant Research en 2018, se ha elaborado durante cuatro años dentro de un proyecto de cooperación para el desarrollo titulado Conservación de recursos genéticos de animales domésticos (RGAD) para el desarrollo rural, del programa AECID de Cooperación Universitaria e Investigación Científica 2009 y 2010.
También ha contado con el apoyo de asociaciones de criadores de razas caprinas, la Universidad de Córdoba y el Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario, Ceia3, en el que junto con la doctora Rodero han participado Ana María González y María Eva Muñoz, por la Universidad de Córdoba, y Mouad Chentouf, Najat El Moutchou y Khalid Lairini por la parte marroquí.