Unas 33 vacas embarazadas han llegado este lunes a la Granja Experimental del Cabildo de Gran Canaria, en Arucas, tras siete días de viaje desde Alemania, para ser transportadas a dos explotaciones, 25 a San Felipe y 8 a Ingenio, donde producirán una media de 10.000 litros de leche al año durante las cinco primeras temporadas, alimento que estará destinado, sobre todo, a la producción de quesos y a algo de consumo diario.
Los animales, que se encuentran en avanzado estado de gestación, han sido transportados por la empresa Haricana, que se ha encargado de todas las labores de gestión: desde buscar los diferentes proveedores, seleccionar las mejores ofertas y transportar a los animales hasta entregarla al cliente con toda la documentación arreglada.
Guillermo Alfaro, responsable de piensos y ganadería del Grupo Haricana, explica que “el cliente busca el origen”, es decir, que sea alemana u holandesa, y luego su empresa se encarga de todo lo demás.
Haricana lleva dos años importando novillas de países como Holanda, Alemania, Francia e Italia, principales exportadores de estos animales al resto del mundo, tras un proceso de selección en el que son escogidos ejemplares de raza cien por cien frisona, de gran valor para la cuadra ganadera de Gran Canaria.
En esta ocasión han traído 33 vacas alemanas embarazadas porque “cuando está en estado de gestación el Gobierno de Canarias, junto a la Unión Europea, da una ayuda de 621 euros que abarata el precio de cada novillo, que se queda en un total de 1.350 euros por cada uno”, narra Alfaro, quien agrega que “es el cliente quien elige esta opción o la que desee”.
Esta subvención está recogida en el Régimen Específico de Abastecimiento del Ejecutivo regional, creada para tratar de “garantizar el suministro de productos agrícolas esenciales a las regiones ultraperiféricas y paliar los costes adicionales derivados de esa condición”, según informa la web del Gobierno de Canarias.
El destino de ocho de esas vacas está en la ganadería de Ingenio Cueva La Arena. Benito López, uno de sus miembros, que explica que en su granja disponen de 95 novillos pero necesitaban a las alemanas porque diez de las que tienen se “están secando”, por lo que querían suplirlas por unas nuevas para continuar con su producción habitual.
López aclara que la mayoría de las vacas con las que trabajan en la granja son “extranjeras porque tienen mayor calidad” y dan “más producción”, como la de Alemania, que tiene “más cuerpo, es más grande” por lo que da más leche.
La actividad a la que van enfocadas esas vacas se dirige sobre todo a “hacer quesos”, muchos de ellos “de Valsequillo” y algo de “consumo diario”, relata López.
Más concretamente, “el 90% de lo que produzcan esas vacas irá enfocado a la elaboración de quesos y el resto al embotellado”, detalla el gerente de la Cooperativa de Ganaderos de Gran Canaria, Nicolás Pérez.
Y es que en Gran Canaria, “solo se consume el 8% de la leche que se produce en la Isla”, cuenta Pérez, ya que la mayoría se importa y “ni siquiera es leche, son productos lácteos, es decir, derivados, que encima están más subvencionados que la propia leche. De ahí que cuando uno vaya al supermercado se encuentre que un bote cueste 40 céntimos”.