Después de una de las sequías más fuertes del siglo XXI en Gran Canaria, con unas lluvias que apenas dejaron 780.000 metros cúbicos a finales de enero en el norte de la Isla, los agricultores ya afrontaban con resignación otro año desastroso para sus cultivos, sobre todo al sur.
“Nadie se esperaba esto a estas alturas. De pensar hacer un mes que 2018 era imposible afrontarlo con la disponibilidad de agua y los precios que se estaban alcanzando, a ser optimistas al 100%, sabiendo que este año el agua ya está garantizada”, dice el secretario insular de la Confederación de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG) en Gran Canaria, Juan Hernández.
En la Isla hay siete presas públicas del Cabildo de Gran Canaria -a principios de este año estaban al 12% de su capacidad- que vende agua a los agricultores a un precio fijo: “entre 12 y 15 euros la hora de agua, 0,55 o 0,60 céntimos el metro cúbico”; pero hay que tener en cuenta los cientos de estanques distribuidos por los 1.500 metros cuadrados de la Isla con capacidades que pueden oscilar entre los 6.000 y 10.000 metros cúbicos, ademas del resto de los embalses, un total de 167 de las que 69 tienen la categoría de grandes presas por su capacidad y por tener más de 15 metros de altura, de modo que los precios oscilan mucho más.
“Llegó a estar entre uno y tres euros el metro cúbico, es decir, más o menos una hora de agua a 36 euros; pero la horquilla se movió entre los 23 y los 36 euros según las zonas y en manos de quien estuviese el embalse. Sacudieron al sector agrario de lo lindo: ya venían haciendo caja en 2016, pero en 2017 se frotaron bien las manos”. explica Hernández.
Para que un agricultor pueda hacer viable su actividad “no debería pagar más de diez euros la hora de agua” afirma Hernández, porque, según asegura, cuando sube de ese precio “empieza a ser muy difícil cultivar porque, o se reducen las plantaciones a la mitad, o incluso se salta el año agrario y se deja de plantar”.
19 millones de metros cúbicos de agua en las presas en marzo
Los datos del Consejo Insular de Aguas difundidos por el Cabildo de Gran Canaria dan buena cuenta del optimismo de los agricultores: en los siete embalses públicos de la corporación insular el nivel del agua pasó del 12% a finales de 2017 al50% de su capacidad a 5 de marzo de este año; en total han sido 19 millones de metros cúbicos de agua recogidos por las presas hasta este lunes.
El norte, oeste y el centro de la Isla fueron las zonas más beneficiadas: el nivel del agua en el embalse de Candelaria (Artenara) ha pasado del 11% a principio de año al 86% de su capacidad a principios de marzo; la presa de el Vaquero (Tirma) ha llegado al 92% de su volumen total, cuando el 31 de diciembre de 2017 estaba al 34%. Además, la Comunidad de Regantes del Norte ha acumulado en las presas de Lugarejos (llena), Los Pérez, Las Hoyas y Las Garzas más de un millón y medio de m3 de agua, por los 364.000 que presentaban el mes anterior. En la Comunidad de Regantes de La Aldea, los tres embalses (Siberio, Parralillo y Caideros Las Niñas) han pasado de 300.000 metros cúbicos de agua a 31 de diciembre de 2017 a más de cinco millones este mes; incluso celebraron con voladores y repiques que se llenase la de Siberio.
La zona más castigada en Gran Canaria por la escasez de lluvias, el sur de la Isla, también ha recogido buena parte del agua: en Soria, embalse semipúblico con 12.924.960 metros cúbicos de capacidad y 120 metros de altura, estaba seca (apenas a un 0,25% de su capacidad con 32.460 m3 de agua). Aunque no llega a niveles de 2011, ha aumentado su nivel hasta el 17%, al recoger más de 2,2 millones de m3.
Chira, que tiene una capacidad máxima de 5.640.000 m3, es la presa pública que más ha recibido al ingresar un millón y medio de agua, lo que implica que esté al 34% de su capacidad. Fataga se encuentra al 71% gracias a sus 229.825 m3. El Mulato acumula 759.683 m3, incluso por encima de su capacidad (759.000 m3). Gambuesa también está llena (823.000 m3) por lo que Ayagaures, que recibe cuando rebosa Gambuesa, está al 27% de su capacidad, con medio millón de metros cúbicos de agua.
Según Hernández, ahora “los cultivos del centro-norte de Gran Canaria tienen una garantía de agua de los embalses de dos o tres años: hay presas que están rebosando, se han recargado los acuíferos para el tema de pozos y nacientes; de hecho, continúan las escorrentías a día de hoy. Y el sur tendrá agua suficiente para lo que queda de 2018”.
La sequía de los últimos años obligó incluso a realizar obras para trasvasar agua desalada y depurada desde Las Palmas de Gran Canaria al sur con una importante inversión de 1,4 millones de euros para asegurar el riego hasta octubre de este año. El agua de los embalses permitirá abaratar los costes del agua para riego como mínimo durante todo este 2018.