El grupo Nacionalista (CC-PNC) en el Cabildo de Tenerife ha solicitado que se ha haga un estudio actualizado sobre la afección del picudo de las cuatro manchas (dioclandra frumenti) en los palmerales de la isla.
Explica el grupo Nacionalista en un comunicado que se trata de un escarabajo de pequeñas dimensiones que constituye una gran amenaza para las palmeras, a las que puede matar en un periodo de entre seis y ocho meses, y añade que la plaga ataca con virulencia a las palmeras urbanas y se está convirtiendo en una amenaza para los hábitats naturales de Tenerife.
Los daños que el escarabajo Diocalandra frumenti provoca en la palmera canaria se caracterizan por el secado de los anillos de hojas inferiores y la pérdida de hojas, que deben podarse para evitar que puedan desprenderse sobre los transeúntes y, en algunos casos más drásticos, la muerte de la planta.
Se trata de un coleóptero de origen asiático, de la familia de los curculiónidos, que se detectó por primera vez en Gran Canaria en 1998 y en la actualidad está en todas las islas del archipiélago excepto en El Hierro.
El grupo Nacionalista destaca que la última evaluación específica es de 2011 y fue realizada por el Gobierno de Canarias, y añade que desde esa fecha no se conoce el nivel del avance real de la plaga, ya que solo se han realizado análisis puntuales del patógeno en base a las solicitudes de ciudadanos o entidades interesadas en conocer el estado fitopatológico de algún ejemplar o para la realización de talas o trasplantes.
También propondrá el grupo Nacionalista, en la comisión plenaria de Medio Natural y Cooperación Municipal, medidas como el establecimiento de una zona tampón de vigilancia intensiva alrededor de los palmerales de singular relevancia donde se establezcan controles sistemáticos con regularidad de manera que se garantice su integridad.
En relación al picudo de las cuatro manchas la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias informó en diciembre del pasado año que se había iniciado un ensayo de trampeo masivo en palmeras de Gran Canaria, Tenerife y La Gomera para su control.
Señalaba la Consejería que no debe confundirse este escarabajo con el Rhynchophorus ferrugineus, conocido como “picudo rojo”, que también afecta a palmeras y fue erradicado en 2016 en Canarias, aunque se detectó un ejemplar en octubre de 2018 en Gran Canaria.
Para llevar a cabo el control del picudo de las cuatro manchas la empresa pública Gestión del Medio Rural de Canarias, en colaboración con los ayuntamientos, instaló una veintena de trampas en palmeras afectadas en cuatro zonas urbanas de Las Palmas de Gran Canaria; en El Palmetun, en Santa Cruz de Tenerife; y en cuatro espacios del casco histórico de San Sebastián de La Gomera.
La Consejería de Agricultura señaló entonces que se trataba de trampas de feromonas que funcionan como atrayente de este escarabajo, impregnadas en su interior de un insecticida que causa su muerte, lo que permite reducir sus poblaciones.
Anteriormente se habían realizado acciones de control mediante tratamientos químicos en La Gomera que habían permitido contener la plaga, añadía.
El director general de Agricultura, César Martín, explicaba que la duración de esos trabajos, que se iniciaron a mediados de octubre de 2018, sería de un año, tiempo durante el cual se llevarían a cabo inspecciones mensuales para comprobar visualmente su evolución y el estado de las palmeras, que se completaría con la toma semestral de muestras de hojas de ejemplares para su análisis en laboratorio.