Desde el pasado mes de febrero y hasta el próximo mes de julio se estará desarrollando el curso de sumiller organizado por las denominaciones de origen protegidas (DOP) Islas Canarias-Canary Wine e Ycoden, Daute e Isora, con una duración total de 150 horas y en el que ya hay inscritos más de 20 profesionales del sector.
Guillermo Caldentey Mascareño, presidente del Consejo Regulador de la DOP Ycoden, Daute e Isora, subrayó en la presentación de este lunes en Santa Cruz de Tenerife la importante exportación que se está realizando de vino con la marca Islas Canarias a lugares lejanos como Estados Unidos o Canadá.
Además, ofreció datos esperanzadores para el sector vinícola local, ya que los envíos a América, sumados a los de Europa, representan en torno al 20% de la producción que se comercializa bajo la denominación de origen Islas Canarias-Canary-Wine.
Aparte de esos datos, la misma fuente avanzó que el broche de oro de la segunda edición del curso de sumiller, que está impulsado por CanaryWine, lo pondrá el enólogo Joaquín Gálvez o, como es conocido televisivamente, Wineman.
Burdeos, California, Australia y su natal Chile son algunos de los lugares donde este experto vinícola ha trabajado. Además, tiene “un vínculo especial” con Canarias, dado que lleva más de 25 años impartiendo cursos en el archipiélago.
Gálvez recalcó la importancia del vino canario y de su expansión en el mundo, ya que considera que es “único como el acento”, y esto debe ser algo por lo que los canarios tienen que sentirse orgullosos.
Según explicó Wineman, los tiempos han cambiado en positivo para el sector vinícola. “Me alegra saber que muchos jóvenes se están interesando por el vino y su elaboración, porque son ellos los que construirán el futuro”, afirmó.
Gálvez celebró que se esté abandonando la tendencia a la imitación en la elaboración del vino de Burdeos, ya que, por el contrario, se está en continua innovación dentro del sector, algo que a su juicio es positivo para todos.
El experto chileno aclaró que la figura del catador vinícola no tiene por qué ser, de forma imperiosa, la más correcta a la hora de elegir un vino. Según sostuvo Gálvez, el vino es como otros muchos alimentos que nunca están malos por su nivel de maduración, sino que cada persona es diferente y por ello saborea de forma diferente el vino. “Es comparable a las manzanas: a algunas personas le gustan verdes y a otras muy maduras, y de ninguna de las dos formas podemos decir que estén malas”, comparó Wineman.
Para finalizar el acto de presentación de Canary Wine, Joaquín Gálvez deleitó a los asistentes con una demostración de cata con algunos de los vinos que seleccionaron para la ocasión. “Invito a que todas las personas abran dos botellas de vino cuando vayan a beber, y que las comparen a la vez que dialogan sobre su sabor. Así obtendrán siempre una división de opiniones”, recomendó.