Con tres apoyos más de los previstos, gracias a la “confianza temporal” otorgada por los tres diputados de la Agrupación Socialista Gomera (ASG) que constituyen el Grupo Mixto, Fernando Clavijo ha sido investido octavo presidente del Gobierno de Canarias con el respaldo de 36 de los 60 diputados que conforman la Cámara regional de la IX Legislatura.
Un gabinete que, según el propio presidente, estará conformado “el viernes”, día en el que se celebrará el primer Consejo de Gobierno, cuando todos sus miembros tomen posesión de sus cargos. Previamente, un día antes, lo hará el propio Clavijo en Las Palmas de Gran Canaria.
Un Ejecutivo que “pondrá por delante siempre los intereses de los ciudadanos” y que tiene intención de sacar adelante hasta 2019 un total de 17 reformas legislativas, 24 estrategias y 45 propuestas de nuevos planes. De esta manera, quiso Clavijo cortocircuitar el mensaje lanzado por la oposición de que su discurso había estado vacío de propuestas concretas.
Un Gobierno nuevo que Clavijo no quiere que esté lastrado por el anterior, del que intenta desmarcarse como heredero, pues como él mismo dijo “es injusto cuando nace un niño decir que será buena o mala persona en función de lo que han sido sus antecesores”.
Una declaración que ha sonado a una especie de moción de censura encubierta a la gestión de Paulino Rivero, pese a que tanto Clavijo como el nacionalista José Miguel Ruano, el conservador Asier Antona y el líder de Nueva Canarias (NC), Román Rodríguez, agradecieron a los miembros del Ejecutivo saliente (y presente en el hemiciclo) los esfuerzos y la “buena voluntad” que han tenido a la hora de dirigir la Comunidad Autónoma en los “difíciles” últimos cuatro años.
Quizás fuera Ruano el que durante su intervención explicara las claves de esta dicotomía: “en CC estamos orgullosos de lo que hemos hecho y también somos capaces de reconocer los errores cometidos”.
Eso es lo que, en su opinión, hará a Clavijo “confiable” a los ciudadanos, pues representa el “cambio” que hay en los nacionalistas, que han apostado por “nuevos liderazgos” y por “resetear los objetivos”.
Por ello, el propio Clavijo ha pedido “una oportunidad para que podamos escribir nuestra propia historia”. Un relato del que no ha dejado exento a la totalidad de los diputados de la Cámara regional.
Una oportunidad que solamente le han otorgado los diputados del MIxto, pues en palabras de su portavoz, Casimiro Curbelo su apoyo supone “un margen de confianza razonable y oportuno”, pues “hay que sumar para avanzar”.
“Buen rollito”, pero menos
Sin embargo, pese a contar con tres apoyos ajenos al Pacto de Gobernabilidad entre CC y el PSOE y a la voluntad de consenso, diálogo y mano tendida que han manifestado tanto el nuevo jefe del Ejecutivo como los portavoces de la oposición, ni el Grupo Popular ni Podemos ni Nueva Canarias han confiado en Clavijo para ser el nuevo presidente del Ejecutivo.
Y es que como espetó al candidato el presidente de los conservadores, Asier Antona, “el buen rollito no sirve para resolver el problema de las 52.000 familias sin ingresos”, los niños que están en el umbral de la pobreza ni de los dependientes que tardan hasta tres años en percibir las ayudas que necesitan.
Una tesis corroborada por el líder de NC, Román Rodríguez, para quien aunque Clavijo ha entrado “en una especie de borrón y cuenta nueva”, no ofrece “contenido alternativo ni esperanza” a una sociedad canaria que “está rota, quebrada”, pues el discurso de investidura “no corrige el hecho de que hay un tercio de la sociedad sin futuro”.
Para la oposición, el pacto entre CC y el PSOE obvia “las ganas de cambio que las urnas reflejaron” el pasado 24 de mayo, e incluso Noemí Santana (Podemos) recordó que “por primera vez, hay más votos respaldando a la oposición que a los partidos del Gobierno, sin contar los muchos otros que no han obtenido representación”.
Un discurso sobre la legitimidad que contestaron todos los portavoces del Pacto, desde Clavijo a Patricia Hernández, pasando por Ruano, al recordar que “todos los presentes estamos legitimados por las urnas”.
Frente a las críticas, tanto Clavijo como Hernández (que conforman el tándem de la cúpula del Ejecutivo) se han comprometido a que “por encima de todo estará Canarias, siempre Canarias”.
La futura vicepresidenta ha insistido en que la acción del Ejecutivo irá destinada a mejorar la vida de las personas, que todos los compromisos “son tan valientes como justos” y que “Canarias merece que nos pongamos a trabajar”, por lo que garantizó a Clavijo que “contará con nosotros en este camino”.
“Hemos venido a arremangarnos y trabajar”, concluyó la futura vicepresidenta.