La espectacular irrupción de Las Palmas de Gran Canaria Puede y la pérdida de la mayoría absoluta del Partido Popular abren un panorama de incertidumbre en el Ayuntamiento capitalino tras las elecciones municipales celebradas este domingo. La coalición en la que se integran, entre otros, Podemos y Equo, entra en el Consistorio con seis concejales (el 17% de los votos) y se convierte en la llave para casi cualquier pacto en la corporación.
La lista encabezada por Juan José Cardona, en cambio, se desploma, con 20.000 votos menos de los que obtuvo en los comicios de 2011 (de 68.641 a 48.335) y se queda con 10 ediles, seis menos de los que le permitieron gobernar en solitario hace cuatro años.
También cae, aunque en menor medida, el PSOE, que pierde más de 4.000 votos (de 36.615 a 32.211) y dos ediles (de 9 a 7). Se mantienen con dos concejales Nueva Canarias (1.594 votos) y Compromiso, ahora integrada en la coalición Unidos (9.360), y entra Ciudadanos con otras dos actas como cuarta fuerza en apoyos (12.955).
Se quedan fuera la coalición Canarias Decide, en la que se integra Izquierda Unida, y CC, que continua su caída en picado en la capital.
Prácticamente descartado cualquier entendimiento entre el PP y el PSOE, el pacto de gobierno en el municipio pasa de forma irremediable por un acuerdo entre tres partidos para sumar los 15 ediles que otorgan la mayoría en el salón de plenos de las Casas Consistoriales de Santa Ana.
Un pacto progresista en la corporación es posible con la unión de las actas de los concejales del PSOE, Las Palmas de Gran Canaria Puede y Nueva Canarias, mientras que el PP tendría que obtener el respaldo de, al menos, una de estas fuerzas.
La participación en Las Palmas de Gran Canaria ha sido del 56,91%, ligeramente superior a la registrada en 2011 (56,11%).