El belga Gunter Pauli, que acuñó hace un lustro el término de la “economía azul”, ha apoyado este jueves la petición de algunos ayuntamientos canarios de cobrar por visitar los parques nacionales, y ha tachado de “acto de un desesperado” buscar petróleo en las islas.
En una entrevista con EFE antes de asistir al Foro mundial sobre renovables Renisla 2014, organizado por el Cabildo de El Hierro y la Unesco, Pauli se ha preguntado porqué no cobrar cien euros o más por disfrutar de la naturaleza si el turista está dispuesto a hacerlo por pasar un día en Disneyland.
De hecho asesoró hace diez años al Gobierno de Ecuador y hoy entrar a Galápagos cuesta cien euros, una cuantía pequeña -opina- ya que los visitantes “han venido del otro lado del mundo y están felices de pagar 500. Tienes que cobrar porque es un placer pagar”. Los nacionales tienen que quedar exentos de abonar el precio de la entrada, matiza.
Pauli es asesor del Club de Roma, preside la Fundación Zeri (Zero Emissions Research & Initiatives), habla siete idiomas y en 2009 publicó “La Economía Azul”, donde parte de una premisa sencilla: servirse del conocimiento acumulado durante millones de años por la naturaleza para alcanzar mayores niveles de eficacia, respetando el medio y creando riqueza, y traducir esa lógica del ecosistema a la empresa.
Ese año propuso que con cien innovaciones se podían generar 100 millones de empleos. “Hoy ya movilizamos 4000 milllones de euros en inversiones en 183 proyectos y se han creado tres millones de empleos. Mostramos que nuestra idea no es una teoría”, explica.
Pozos “arriesgados”
En cuanto a los sondeos petrolíferos en Canarias, el economista (1956) opina que “es un acto de un desesperado, de alguien que ha perdido la confianza en todo y que solo cree en lo que conoce, que es el petróleo que mete en el coche”.
Añade que “no tiene ningún sentido que tras una experiencia como la de British Petroleum en el Golfo de México se arriesgue lo mismo aquí. Estos pozos son arriegados porque son de alta profundidad y nadie puede decir lo contrario”.
La explosión e incendio en 2010 de la plataforma “Deepwater Horizon” de BP, hundida dos días después, causó once muertos y una mancha que contaminó el Delta del Misisipi y las costas de Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida. Fue el peor desastre ecológico de la historia de EEUU y se vertieron 4,9 millones de barriles de petróleo).
“No se necesita este petróleo sino Gorona del Viento”, afirma rotundo en alusión a la central hidroeólica que se inaugura mañana en El Hierro, que convertirá la más pequeña y joven de las islas canarias en la primera del mundo en autoabastecerse con renovables.
Pese a las decisiones de un “Gobierno central y de un ministro de Industria, que es canario pero más fiel a su partido que a sus islas, yo creo que al final se impondrá que lo mejor es posible a través de casos concretos como el de Gorona”.
En su opinión, los que han hecho los artífices de la central es “único y solo es el comienzo”. Las soluciones técnicas desarrolladas por los ingenieros de la isla “son únicos en el mundo: la integración de un volante de inercia a 10 MW de capaccidad es a primera vez en la historia; la eliminación de baterías como carga de reserva es único en la historia”, ha insistido el emprendedor. De hecho este jueves, ha dicho, visitará El Hierro una delegación empresarial de Bélgica para firmar acuerdos.